Desde 2018 hasta la fecha, se registran 18 efectivos militares fallecidos en el intento de evitar el contrabando.
Militares muestran parte de la mercancía que decomisan casi a diario. Foto: VLCC
Este domingo, el viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Luis Velásquez, informó que desde la creación de esa cartera de Estado, en 2018, hasta la fecha, más de 200 efectivos militares fueron atacados en operativos de control.
“Aproximadamente, tenemos en la lucha contra el contrabando, 20 efectivos afectados (en 2025) y si hacemos un recuento desde la creación del Viceministerio, contamos en nuestros registros con 176 heridos, ocho incapacitados y 18 fallecidos, haciendo un total de 202 efectivos militares afectados”, detalló en entrevista con Bolivia Tv.
Contrabando
El último caso ocurrió en Machacamarca, en el departamento de Oruro, cuando, según Velásquez, al menos 80 comunarios atacaron a los efectivos del Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando para recuperar un vehículo incautado.
De acuerdo con el viceministro, los contrabandistas pagan hasta Bs 1.000 a los habitantes de esas regiones para que coadyuven en actividades ilícitas, a través de agresiones o encubrimiento.
Los dos efectivos militares atacados con piedras en Machamarca se encuentran ahora en estado de recuperación, luego de haber sido tratados en centros médicos cercanos a la zona donde se registró el enfrentamiento.
Velásquez no detalló qué contenía el camión incautado en esa localidad y que desencadenó el enfrentamiento entre comunarios y militares, quienes hicieron el uso de agentes químicos para intentar defenderse.
La autoridad también indició que, en los últimos años, incrementó la salida de productos nacionales hacia países vecinos, en lo que se denomina “contrabando a la inversa”.
Este ilícito reconoció, representó un reto para los efectivos militares, pues estos se centraban en el ingreso ilegal de productos, alimentos y mercadería al país, por lo que todavía se analizan las estrategias para frenar la salida de los productos nacionales.
Con ese fin, miles de militares controlan la línea fronteriza del país, especialmente hacia Perú, para evitar el contrabando a la inversa, actividad que genera el desabastecimiento de algunos productos y su posterior alza de precios.