Este sábado habrá una media maratón. No se trata de una exhibición, sino de una prueba técnica en condiciones reales, en un circuito urbano de 21 kilómetros con curvas, pendientes y superficies irregulares, aunque los dos tipos de atletas estarán separados por carriles delimitados.
Fuente: El Deber
En una plaza flanqueada por vallas metálicas, bajo el sol primaveral, un grupo de robots humanoides se prepara para lo impensable: correr una media maratón.
Lo harán este sábado en la capital de China, Pekín, en el distrito tecnológico de Yizhuang, compartiendo salida y recorrido con corredores humanos, en la primera carrera del mundo de este tipo, según los organizadores, que busca ensayar la convivencia entre personas y máquinas.
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No se trata de una exhibición, sino de una prueba técnica en condiciones reales, en un circuito urbano de 21 kilómetros con curvas, pendientes y superficies irregulares, aunque los dos tipos de atletas estarán separados por carriles delimitados.
Cerca de 20 robots humanoides participarán, acompañados por sus equipos técnicos, operadores y corredores de referencia.
“No es solo una carrera. Es una plataforma global de innovación. Queremos que la robótica conviva con nosotros”, resume Liang Liang, vicepresidente del comité organizador.
De caminar a correr: evolución en marcha
Muchos de los robots que competirán fueron diseñados para caminar, no para correr. Sus equipos han pasado semanas modificando algoritmos, reforzando estructuras y ensayando sobre asfalto.
Algunos han sido equipados con zapatillas para absorber impactos. Otros seguirán a un corredor humano para mantener el ritmo.
“Nuestro robot solo caminaba. Tuvimos que enseñarle a correr, y a hacerlo en distancias largas”, explica el gerente de DroidUp, una de las empresas participantes.
La comparación con la Fórmula 1 no es casual: los robots compiten en formato contrarreloj, con paradas técnicas para cambiar baterías o hacer ajustes.
El objetivo es completar la distancia sin errores críticos, no necesariamente llegar primero.
“Es un experimento real, con incertidumbres. Eso también es lo bonito”, afirma a EFE uno de los técnicos de DroidUp, Kong Yichen.
Entre los participantes que se ejercitan en los días previos destaca Tiangong, un robot de 1,8 metros que ya participó en Pekín en una media maratón humana el pasado noviembre como ‘closing rabbit’ -el corredor «escoba» que cierra la carrera-. Entonces, solo recorrió los primeros y últimos tramos.
“Ahora el objetivo es que haga todo el recorrido”, dice uno de sus operadores en Humanoid, Oliver Ji.
“Hemos tenido algo más de tiempo para prepararlo y buscamos estabilidad en toda la prueba”, agregó.
Tiangong simboliza la evolución de estos humanoides, de actores simbólicos a competidores reales.
Humanos y máquinas: una línea de salida compartida
El modelo N2, de la empresa Noetix, ha alcanzado velocidades de más de 3 metros por segundo en simulación, pero en la práctica, corre a 2,3 m/s.
Aunque su equipo no busca solo velocidad: una de sus unidades, de las dos que tomarán la salida, está diseñada para que su movimiento sea lo más humano posible.
Incluso reforzaron los tobillos, como haría un corredor veterano antes de un maratón.
“En cinco años, los robots podrán correr a la par que los humanos”, afirma convencido Cui Wenhua, técnico de Noetix, quién no duda en concluir que para esta edición, los más rápidos “seguirán siendo las personas”.
Por su parte, Zhang Xianhua, de 71 años, correrá junto a los robots. Llegado desde Wuhan, será uno de los casi 9.000 participantes humanos de la media maratón tradicional, de acuerdo con cifras aportadas por la organización.
“Esta será mi maratón número 48”, asegura a EFE el veterano, que solo empezó a disfrutar de esta modalidad en 2018.
“Nunca imaginé compartir una carrera con máquinas, pero después de verlos, sinceramente creo que en el futuro correrán mejor que nosotros”, destacó antes de trotar junto a uno de sus rivales humanoides para este 19 de abril.
Un ensayo para el futuro cotidiano
El evento también busca reforzar el papel de China en el sector tecnológico global, en un contexto de crecientes restricciones por parte de otros países, en especial EE. UU., agudizadas por los recientes aranceles de hasta el 145 % impuestos al gigante asiático.
“Esta maratón es una plataforma que abraza al mundo”, afirma Liang. “Queremos compartir los avances en robótica con todos, más allá de las fronteras”.
La media maratón de Yizhuang es también un escaparate del modelo de ciudad que Pekín proyecta: un distrito donde la tecnología se integra en la rutina urbana, desde robots que corren hasta los que enseñan, cocinan o asisten en quirófanos, flanqueados por taxis autónomos.
En el parque expositivo Robot World se muestran robots de todo tipo, desde industriales a médicos, educativos o domésticos.
Entre los participantes en la carrera, algunos llevan guantes de boxeo decorativos “para llamar la atención”, mientras que otros son capaces de hacer volteretas. Todos buscan algo más que impresionar: formar parte de lo cotidiano.
“Queremos mostrar que los robots no son ciencia ficción”, dice Liang. “Esta maratón es solo el primer paso”. EFE
Fuente: El Deber