Sergio Luna sobre Wilstermann: «Hay que proyectar la grandeza de un club en las menores»


Jhony Mollinedo A.

Sergio Oscar Luna guarda lindos recuerdos de su paso por el fútbol boliviano, de su llegada a Wilstermann en 1985, y de Cochabamba que le recibió con los brazos abiertos.



Estuvo por algunos días en La Paz cuando presentó su libro autobiográfico que escribió con Sergio Uriarte. Estaba con ganas de ir a Cochabamba, donde también le reclamaron algunos amigos. Dejó pendiente para “más adelante”.

Pero, dejó establecido que tiene gratos recuerdos, porque gracias a Wilstermann llegó y de casualidad a Bolivia, como él mismo reconoce.

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“Wilstermann era un equipo el cual desconocía, me abrió las puertas, vine por un año y luego se dieron las cosas para que siga; tengo los mejores recuerdos de gente que me abrió las puertas como la familia Villalón, los compañeros de esa época, excelentes amigos, como el Chino Arias, Ronald Campos, el negro (Fernando) Rocha, Freddy Salguero, Gastón Taborga, fue un muy buen grupo y humano sobre todo; me recibieron muy bien, me ayudaron a la adaptación, sobre todo de la familia, mi esposa era muy joven, estaba Damián de tres meses, fue duro pero lo supimos sobrellevar gracias a los compañeros que nos acompañaban siempre, gracias a ellos.

¿Qué es lo que más te gustó de Cochabamba?

Es lindo el clima, es una ciudad muy tranquila, a nosotros nos chocó un poco porque veníamos de una ciudad como Buenos Aires, muy movida, y al principio nos costó adaptarnos, a veces nos sobraba tiempo porque no sabíamos qué hacer y nos reuníamos con mis compañeros en los asados, compartíamos los fines de semana, por eso fue que luego salieran las cosas en lo deportivo, que uno rinda bien en el campo de juego. Nosotros veníamos del extranjero y se formó un equipo muy bueno, en todo sentido.

¿Es verdad que te trajo Fernando Miele, ex presidente reconocido de San Lorenzo?

Fue el que me había comprado el pase, vino acá conmigo, él arreglo mi contrato con el presidente Oky Chiarrella, luego retornó a Buenos Aires, estoy agradecido de esa su compañía para darme la tranquilidad en Cochabamba. Esas veces no se manejaba las cosas a nivel de la FIFA, en esa ocasión.

¿Cómo te fuiste, cómo te sentiste?

No termine bien, es que no me renovaron el contrato y me fui pensando que no iba a volver a Bolivia, luego me llamaron de La Paz y me preguntaron si me interesaba jugar en Litoral, lo hice así y me fue bien, eso me abrió las puertas para jugar en The Strongest. Mi señora se fue a Buenos Aires porque estaba embarazada.

¿Es verdad que tu corazón tiene un tigre con alas?

Jejej (sonríe), siento cariño así como de todos los clubes por los que pasé, desde mis inicios en Deportivo Belgrano, uno siempre deja lo mejor por donde pasa y trata de vivir lo mejor, a veces se dan las cosas, a veces no.

¿Wilstermann atraviesa una crisis actualmente, qué le quisieras decir?

Que hay que seguir luchando, lo fundamental son las bases y para tener bases tienes que tener las divisiones inferiores bien estructuradas, para luego tener jugadores, capacitarlos para que tengan ese sentido de pertenencia y adquieran ese plus que tiene el haber sido formado en la institución; luego hay que buscar jugadores analizando lo que es el club, hay jugadores que juegan bien pero no son para el equipo, debe haber un arraigo y sentido de compromiso, primero está la parte humana de si está capacitado, luego la parte de fútbol.

¿Es el único camino?

Lo principal porque se debe proyectar la grandeza del club, eso hace que hoy en día se gaste mucho en los jugadores que llegan y a la larga dejan muy poco para la institución, pero repito que lo principal para un equipo son las categorías menores.

Selección Nacional

Tras mencionar que tuvo la chance de jugar con Eduardo y Oscar Villegas, Sergio Oscar Luna considera que la campaña de la Selección Nacional en las Eliminatorias fue sorpresiva, pero que no se debe dar toda la responsabilidad a los jóvenes jugadores.

¿Es importante la renovación en la Selección?

Hay que renovar pero es un proceso, el intercambio tiene que ser concertado y con el acompañamiento de ciertos jugadores de experiencia, porque luego sucede lo que pasó con Chile al que se ganó de manera sorpresiva, inesperada, porque luego se frenó y luego vienen las presiones, cuando es un proceso de maduración y que no consigan los objetivos, ojalá que no pase, hace que luego se le eche la culpa de lo que pase a los chicos. Si bien hay que hacer hincapié en las divisiones inferiores pero no puedes formar jugadores en dos o tres años, es un proceso. Hay cosas que están si o si dentro el jugador, la habilidad para transformar en algo positivo para el equipo, ese proceso si está bien acompañado va a ser bueno para el club y luego para el jugador.

Fuente: lostiempos.com


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