Cochabamba. La celebración se adelantará y se desarrollará los días 9, 10 y 11 de agosto, en lugar del habitual 13, 14 y 15.
Ligia Portillo
Fuente: Red Uno
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Luego de intensas reuniones y consensos entre autoridades eclesiásticas, fraternidades folklóricas y representantes municipales, se definieron oficialmente las fechas para la tradicional Festividad de la Virgen de Urkupiña en el municipio de Quillacollo. Este año, la celebración se adelantará y se desarrollará los días 9, 10 y 11 de agosto, en lugar del habitual 13, 14 y 15.
La decisión, según explicó el Monseñor Iván Vargas, busca facilitar la participación masiva de devotos y peregrinos que llegan desde diferentes puntos del país y del exterior, especialmente en un contexto marcado por el calendario electoral nacional.
“Hemos llegado a un buen consenso con el objetivo de dar mayor posibilidad de participación a los peregrinos. Sabemos que este año es electoral y las fechas tradicionales podrían haber afectado la transitabilidad. Al celebrarse en fin de semana, se espera una mayor concurrencia”, afirmó el Monseñor.
La determinación fue respaldada también por el presidente de la Asociación de Fraternidades Folklóricas Virgen de Urkupiña (Affvu), René Valdez, quien aseguró que todas las partes involucradas firmaron actas y convenios para garantizar la organización y el cumplimiento del nuevo cronograma.
“Nosotros como asociación siempre buscamos el consenso. Se analizaron todos los detalles y ahora nos toca adecuarnos a las nuevas fechas y preparar el programa oficial”, remarcó Valdez.
Calendario oficial de Urkupiña 2025:
24 de agosto: Feria de Alasitas
11 de agosto: Peregrinación al Calvario
10 de agosto: Misa solemne en honor a la Virgen de Urkupiña
9 de agosto: Gran Entrada Folklórica
3 de agosto: Entrada autóctona
2 de agosto: Advocaciones Marianas y Entrada de Urkupiñita
27 de julio: Segunda promesa
19 de junio: Primera promesa
29 de mayo: Lanzamiento oficial de Urkupiña
Este reajuste de fechas busca no solo garantizar una mayor asistencia y devoción, sino también preservar el esplendor cultural y espiritual que caracteriza a una de las festividades religiosas más importantes del país.