Por cuestiones ideológicas, durante su administración Evo Morales estableció exigir una visa a los israelitas que quieran ingresar a territorio boliviano. La medida fue abrogada por el gobierno transitorio de Jeanine Añez en 2019, pero el 2021 el presidente Luis Arce nuevamente puso restricciones a los ciudadanos de Israel.
Fuente: ANF / La Paz
El viceministro de Turismo, Iver Flores, quitó importancia a la caída del turismo de israelitas en Bolivia porque supuestamente no eran los mejores visitantes gastando.
Hasta antes del 2014, los israelitas tenían una fascinación por visitar Rurrenabaque, debido a que esa región se hizo famosa luego de que en 1981 un israelí sobreviviera a la selva tras perderse por 20 días. El libro “El retorno del Tuichi” fue un éxito en Israel, incluso se produjo una película.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
“Ese libro hizo mucha sensación y hemos tenido un flujo de turistas israelitas a Bolivia, lo que ha caído, pero no era el mejor turista que nosotros recibíamos en ese entonces”, dijo Flores esta mañana en Radio Fides.
Por cuestiones ideológicas, el expresidente Evo Morales estableció exigir una visa a los israelitas que quieran ingresar a territorio boliviano. La medida fue abrogada por el gobierno transitorio de Jeanine Añez en 2019, pero el 2021 el presidente Luis Arce nuevamente puso restricciones a los ciudadanos de Israel.
“Nosotros no es que hemos sacrificado el turismo israelita, lo que queremos de Madidi y todos los destinos de Bolivia es que sean destinos para turistas que tienen alta capacidad de gasto, lo cual los israelitas no tenían”, aseguró el viceministro.
Lourdes Omoya, gerente ejecutiva de la Empresa Boliviana de Turismo, dijo en 2014 que cada israelita gastaba en promedio hasta 1.100 dólares por una estadía de 20 días en territorio nacional. En ese entonces, el flujo de esos extranjeros llegaba hasta 14.000 anuales, pero ahora se estima que está por debajo de los 2.500 turistas de esa nacionalidad.
En este contexto de crisis económica, el gobierno de Arce intenta conseguir dólares para cumplir sus compromisos urgentes, como pagar la deuda externa y cumplir con la subvención a diferentes productos. Sin embargo, su política diplomática impide que lleguen divisas de turistas de Estados Unidos o Israel, países ideológicamente contrarios al socialismo.