En la última década 56 niños y adolescentes de entre 7 y 18 años han muerto o han resultado gravemente heridos en el país como consecuencia de estas prácticas difundidas en las redes sociales
Fuente: infobae.com
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La captación por redes de jóvenes adolescentes brasileños para supuestos retos en los que se les instiga a realizar actos extremos, desde suicidios a atentados, está en aumento. Recientemente, dos niñas de 8 y 10 años murieron tras inhalar un desodorante, instigadas por una red anónima en la que también estaban presentes adultos. Según el Instituto DimiCuida, una organización no gubernamental que se ocupa de este tema, en la última década 56 niños y adolescentes de entre 7 y 18 años han muerto o han resultado gravemente heridos en Brasil como consecuencia de estas prácticas difundidas en las redes sociales. El caso más llamativo ocurrió el pasado 3 de mayo. La Policía Civil de Río de Janeiro, junto con el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, frustró un plan de atentado con explosivos durante el concierto de Lady Gaga el sábado 3 de mayo en la playa de Copacabana.
La operación fue bautizada como Fake Monster, en referencia a los fans de la cantante que se autodenominan los “pequeños monstruos”. “No hay duda de que un supuesto ataque a un espectáculo que reunió a miles de personas y fue transmitido en vivo por televisiones de todo el mundo es sólo la punta del iceberg”, explica a Infobae la comisaria Lisandréa Salvariego Colabuono, quien coordina la Unidad de Observación y Análisis Digital de la Policía Civil de San Pablo. “La incitación al odio está tan extendida en las redes sociales y plataformas digitales que muchos la aprovechan para cometer delitos e incitar a otros a hacer lo mismo. La falta de moderación en las plataformas, sumada a la falta de comunicación con las fuerzas de seguridad, fomenta este tipo de prácticas que hoy afectan a niños y adolescentes de todo el mundo”, dice Colabuono a Infobae.
El ataque en Río de Janeiro buscaba golpear a la mayor cantidad posible de personas de los más de 2,1 millones que asistieron al show de la estrella estadounidense. Según las acusaciones, un grupo liderado en línea por Luis Fabiano da Silva planeó el ataque desde el sureño estado de Rio Grande do Sul. Allí fue detenido en flagrante delito por tenencia ilegal de arma de fuego. El hombre había sido deportado recientemente de Estados Unidos, donde residía ilegalmente desde hacía 27 años.
A partir de ahí, el hombre guio en línea a los agresores, todos ellos participantes muy jóvenes de un grupo que difundía en las redes sociales discursos de odio contra niños, adolescentes y el público LGBTQIA+, así como incitación a la autolesión, la pedofilia y la violencia. El grupo se había autodenominado Levast e intentaba disfrazar el ataque como un reto viral en redes sociales, particularmente en una red llamada Com764 que se encuentra en varias plataformas, principalmente Discord.
La gente se reúne antes del concierto abierto de Lady Gaga, en la playa de Copacabana en Río de Janeiro, Brasil, el 3 de mayo de 2025. REUTERS/Pilar Olivares
“Esta red se enfoca en reclutar niños y adolescentes, sobre todo aquellos que son más vulnerables o tienen algún tipo de trastorno mental, psicológico o vulnerabilidad social”, explica a Infobae la investigadora brasileña especializada en radicalización y extremismo online, Michelle Prado. “Incluso se comparten manuales de instrucciones sobre cómo manipular a los jóvenes, cómo hacer que se corten realizando actos de autolesión o cómo empujarlos a matar a un animal vivo o incluso a personas. Incluso se enseña la sextorsión o extorsión sexual”, explica Prado a Infobae.
El secretario de la Policía Civil de Río, Felipe Curi, dijo que los sospechosos serán acusados de terrorismo, y subrayó que la operación se mantuvo en secreto para evitar el pánico y prevenir una tragedia durante el evento. Durante la operación se ejecutaron 15 órdenes de registro en varias ciudades de Brasil, entre ellas Río, Niterói, Duque de Caxias, Campo Novo de Parecis y Cotia. Un adolescente fue detenido por posesión de pornografía infantil. La investigación se basó en un informe del Laboratorio de Operaciones Cibernéticas (Ciberlab) del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, que recibió un informe de la inteligencia policial sobre grupos que difunden el odio e incitan a la violencia relacionados con el evento.
“En estas redes hay un conjunto muy amplio de prácticas delictivas, de un sadismo sin precedentes, que se centra precisamente en los más vulnerables, porque el tema de los abusos sexuales a menores también está muy presente. Entonces, además de captar y radicalizar a estos niños y adolescentes, también se produce mucho contenido pornográfico infantil”, explica Prado a Infobae. Según reveló recientemente la televisora brasileña Globo en su programa de reportajes Fantástico, los casos de adolescentes e incluso niños que han caído en las redes de la web van en aumento. Un ejemplo es el de una niña de solo 12 años que fue rescatada por la policía cuando era víctima de una violación virtual en la que se obliga a las víctimas a realizar actos lesivos, como beber agua del retrete o cortarse el pelo. “Si no fuera por ti, seguiría sufriendo todo lo que estaba sufriendo en la web y no habría podido salir de ese infierno. De verdad, eres un ángel en mi vida”, dijo la chica a la comisaria Colabuono.
Según la organización contra la ciberdelincuencia SaferNet Brasil, las denuncias sobre contenido delictivo en la plataforma Discord aumentaron un 272% en el primer trimestre de este año en comparación con el mismo periodo de 2024. En una nota oficial, Discord afirmó que las horribles acciones de los grupos investigados no tienen cabida en la plataforma y que existen equipos especializados dedicados a contrarrestar este tipo de grupos criminales. “Han mejorado en algunos aspectos, como en la detección de imágenes de abuso sexual infantil. Utilizan algoritmos de detección automática para eliminar ese tipo de contenidos. También ha habido avances en la cooperación con las autoridades, pero sigue limitada a ‘después de los hechos’”, declaró a la televisión brasileña Globo Thiago Correa Tavares, presidente de SaferNet Brasil y profesor de Derecho de la Tecnología. “Cuando la plataforma empezó a operar en Brasil, ni siquiera tenían un canal para permitir a las autoridades solicitar estos datos”, afirmó.
Vehículo de la Policía Federal en Río de Janeiro. REUTERS/Sergio Moraes
En abril, una operación coordinada por la Policía Civil de Río de Janeiro en siete estados de Brasil y denominada “Adolescencia segura” se saldó con la detención de dos adultos y el arresto de siete adolescentes. Según las autoridades, el grupo era responsable de delitos graves, como incitación al suicidio, difusión de pornografía infantil, maltrato de animales, apología del nazismo y delitos de odio. Los líderes del grupo, llamados “oradores”, instaban a los jóvenes a llevar a cabo actos violentos a través de retos en línea y chantajes. La investigación comenzó después de que un chico de 17 años prendiera fuego a un mendigo utilizando cócteles molotov, filmándolo todo en directo en Internet. Los hechos ocurrieron en febrero en Jacarepaguá, barrio en la zona oeste de la ciudad de Río de Janeiro, cuando el joven, con el rostro cubierto, prendió fuego al indigente. Una vez detenido, la policía le incautó un teléfono móvil que contenía pornografía infantil y material de apología del nazismo. “Por este motivo, también fue denunciado en flagrante delito por un hecho ilícito equiparable al delito de posesión de contenido pornográfico infantil”, informó la policía. Las autoridades subrayaron que esa red criminal no operaba de forma aislada, sino que seguía una estructura bien organizada, con el objetivo de atraer y manipular psicológicamente a niños y adolescentes a través de diversas plataformas digitales. Además, estaban planeando un ataque contra una marcha LGBTQIA+ en Río de Janeiro.
Según la Policía Civil, la operación Fake Monster marca un paso decisivo en la defensa de los derechos de los niños y la lucha contra los ciberdelitos en Brasil. Las agencias estadounidenses también contribuyeron con análisis e informes. La policía reiteró la importancia de que los padres vigilen las actividades en línea de sus hijos, destacando cómo el peligro puede penetrar en el hogar sin que la familia se dé cuenta. “Estamos ante un problema multidisciplinar. Es necesario que las plataformas ejerzan una moderación eficaz y cooperen con la policía en su conjunto. Además, es fundamental que los padres comprendan los peligros que entrañan actualmente las redes sociales y los juegos en línea. Soy policía desde hace 18 años y nunca había presenciado tantos crímenes bárbaros como hoy: autolesiones, violaciones virtuales y suicidios de niños y adolescentes”, dice a Infobae la comisaria Colabuono.
Mientras tanto, en Brasil se vuelve a debatir la regulación de las redes sociales, después de que un proyecto de ley originado en el Senado encontrara una férrea oposición y fuera archivado por la Cámara de Diputados en abril del año pasado. Ahora, el gobierno federal planea presentar una nueva propuesta en los próximos meses que reforzará los apartados sobre la protección de niños y adolescentes. El objetivo es unir al país en el debate sobre las obligaciones de las grandes empresas tecnológicas para luchar activamente contra los delitos en sus plataformas. La sociedad civil también intervino en la cuestión. A finales de abril, decenas de personalidades, intelectuales y ex ministros lanzaron un manifiesto público pidiendo la regulación de las redes sociales titulado “Internet sin regulación mata”.
Entre los firmantes se encontraban el fotógrafo Sebastião Salgado y la estrella brasileña de la música Daniela Mercury. “Exigimos que las plataformas digitales y las redes sociales sean reguladas en su funcionamiento, como ocurre y debe ocurrir con todas las actividades en una sociedad democrática”, reza el documento.
El martes, sin embargo, las declaraciones de Lula desde Pekín, según las cuales pidió a su homólogo XI Jinping que enviara a uno de sus hombres de confianza para “discutir la cuestión digital, especialmente en relación con TikTok”, crearon polémica. En China, recordemos, las redes sociales están controladas por el gobierno, que no es democrático y ejerce la censura.