En ese marco, cuestionó los “egoísmos individuales” que en su juicio ponen en riesgo las “conquistas del pueblo” y pidió evitar que “la vieja casta colonial, republicana y neoliberal” retorne.
[Foto VPE.] / El vicepresidente David Choquehuanca llega al acto por el Día del Trabador en Tarija.
Fuente: Unitel
El vicepresidente del Estado, David Choquehuanca, aprovechó el acto por el Primero de Mayo en Tarija para lanzar un mensaje electoral. Desde ese escenario, trazó el norte de la segunda fase del “proceso de cambio”, habló de la continuidad del MAS en el poder, aunque llamó a reflexionar y admitir los errores del Movimiento Al Socialismo (MAS).
En ese marco, cuestionó los “egoísmos individuales” que en su juicio, ponen en riesgo las “conquistas del pueblo” y pidió evitar que “la vieja casta colonial, republicana y neoliberal” retorne.
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“No podemos permitir que nuestras conquistas se diluyan por mezquindades o por egoísmos individuales. No podemos permitir que la vieja casta colonial, republicana y neoliberal, que es la culpable de la existencia de la pobreza, de la exclusión, de la división y del saqueo de nuestros recursos naturales durante más de 500 años, retorne”, dijo Choquehuanca.
Asimismo, hizo un llamado a la unidad para evitar el regreso del pasado y apuntó a las divisiones, como las que se han registrado dentro del partido oficialista.
“Vivimos tiempos difíciles, donde lo que parecía consolidado vuelve a tambalear. Vemos cómo el tejido de unidad, que costó décadas construir, comienza a fragmentarse bajo el peso de intereses mezquinos, del personalismo, del cálculo electoral y de una visión cortoplacista que amenaza con desandar el camino que, con tantos sacrificios, hemos recorrido”, afirmó Choquehuanca.
En este contexto, el vicepresidente urgió reflexionar sobre los aciertos y los errores del proceso impulsado por el MAS y las tareas pendientes como base para dar continuidad al “proceso de cambio”, modelo impulsado por el MAS.
“Este primero de mayo no es sólo una fecha conmemorativa; es un grito de alerta. Es momento de reconocer que hemos hecho mal y que hemos hecho bien, separar los errores y asumir las tareas pendientes. La segunda etapa del proceso de cambio exige madurez, madurez política, coherencia ética y, sobre todo, responsabilidad con la historia por las futuras generaciones”, afirmó el mandatario.
En ese contexto, indicó que entre las tareas pendientes están la reforma del sistema de Justicia, territorializar el poder y promover un modelo económico más justo, basado en la industrialización y el respeto a los derechos de los pueblos indígenas.
La explotación y la humillación que vivió Bolivia en tiempos pasados e instó a defender la soberanía territorial y los recursos naturales del país.
Subrayó la importancia de continuar con el proceso de transformación y señaló que aún hay tareas pendientes, especialmente en la reforma del sistema judicial y en la gestión pública, para garantizar la continuidad del Proceso de Cambio y asegurar que el mismo siga avanzando hacia un Estado Plurinacional más justo y equitativo para todos los bolivianos.
“La segunda etapa del Proceso de Cambio exige madurez política, coherencia ética y responsabilidad con la historia”, indicó.
El vicepresidente enfatizó la necesidad de adoptar un horizonte cosmo-biocéntrico para Bolivia, donde los sectores económicos, sociales y políticos trabajen en conjunto, dejando atrás las ideas coloniales.
“No basta con proclamar el Vivir Bien, el Qhapaq Ñan o el Ñandereko si nuestras prácticas cotidianas continúan sometidas a la codicia, la confrontación y el extractivismo”, añadió Choquehuanca.
También alertó sobre las contradicciones dentro del sistema judicial y la necesidad de avanzar en un modelo económico más justo y equitativo, basado en la industrialización y el respeto a los derechos de los pueblos indígenas.
El vicepresidente hizo esas declaraciones en un acto, en la ciudad de Tarija, en el que se rindió homenaje a los trabajadores del país, a la cabeza del presidente Luis Arce, ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, y autoridades nacionales y locales, además de representantes de diferentes sectores sociales.