¿Cómo se llamará el próximo papa? La regla no escrita para elegir el nombre


El último pontífice en mantener su denominación bautismal fue Marcelo II, en 1555.

¿Cómo se llamará el próximo papa? La regla no escrita para elegir el nombre

Fuente: https://actualidad.rt.com

El primer acto que realiza un papa tras ser designado es la elección del nombre con el que será conocido. Esta tradición se mantiene casi inalterable desde que, en el 955, fue electo el papa Juan XII.



Desde entonces, de los 266 pontífices que ya tuvo la Iglesia católica, 129 han cambiado su nombre, lo que puede tener diversos significados. Llamarse de la misma manera que algún predecesor puede ser una señal de respeto, admiración o reconocimiento a su tarea.

En esa tradición también está permitido innovar, como ocurrió con el fallecido papa Francisco, quien se inclinó por un nombre ‘nuevo’.

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Una historia de larga data

El ritual de cambiar el nombre fue iniciado por el primer papa, San Pedro, elegido por Cristo, quien de nacimiento fue llamado Simón. Luego, durante cinco siglos, los pontífices mantuvieron su nombre bautismal hasta que, en el 533, Mercurio, llamado así por el dios romano, optó por ser Juan II.

Diez años antes, en el 523, fue seleccionado por primera vez el nombre Juan y desde entonces se volvió en el más elegido por los papas, en 21 oportunidades, con la particularidad de que Juan XX no fue utilizado.

El último que lo usó fue el italiano Angelo Giuseppe Roncalli, designado en 1958 y conocido como Juan XXIII. Otros de los nombres más recurrentes son Gregorio y Benedicto (16 veces cada uno), Clemente (14), Inocencio y León (13) y Pío (12).

En tanto, Albino Luciani, en 1978, fue el primero en elegir un nombre compuesto, al llamarse Juan Pablo I.

El nombre que no se debe usar

Desde la designación de Juan XII en el 955, solamente dos papas mantuvieron sus nombres de bautismo. Fueron Adriano VI, entre 1522 y 1523, y Marcelo II, en 1555.

Para la elección del nombre de un papa hay «pocas reglas», por lo que «se les permite elegir lo que quieran», explicó Joshua McManaway, profesor de Historia del Papado y director de programas del Instituto McGrath para la Vida Eclesiástica de Notre Dame.

Sin embargo, aclaró que hay una regla que no está escrita y es que ningún pontífice debe elegir el nombre Pedro. «Sospecho que es humildad o tal vez porque ninguno quiere compararse con el único papa que Cristo eligió», explicó McManaway.