Estados Unidos acusó a China de explotar sus universidades y robar información para fortalecer su capacidad militar y de inteligencia


El Departamento de Estado señaló al gigante asiático de explotar sus instituciones educativas y robar información para fortalecer su capacidad militar y de inteligencia.

Fuente: Infobae



Estados Unidos acusó a China de explotar sus universidades y robar su información crítica, con el objetivo de mejorar sus capacidades militares y de vigilancia, y ratificó, por tanto, su decisión de revocar visados a muchos de sus estudiantes.

La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, dijo en las últimas horas que la Administración de Donald Trump no tolerará la “explotación” de sus universidades por parte del Partido Comunista Chino, como tampoco lo hará en lo que refiere al robo de sus investigaciones y propiedad intelectual, e insistió que seguirá adelante con su plan para suspender de manera “agresiva” los permisos de estudio de un número de alumnos aún no precisado.

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Señaló que los principales afectados serán quienes “se consideren una amenaza para el país o un problema”, aunque no especificó cómo se determinarían estas condiciones.

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En el marco de su redada contra las universidades, el secretario de Estado, Marco Rubio, anunció este martes que revocará las visas de algunos estudiantes chinos, especialmente aquellos vinculados al PCCh o inscriptos en carreras de áreas críticas, según considere el Gobierno.

“Cuando se trata de mantener al país a salvo, Estados Unidos no tolerará la explotación por parte del PCCh de las universidades estadounidenses o el robo de propiedad intelectual o tecnologías de investigación estadounidenses para aumentar su poder militar, llevar a cabo labores de inteligencia o reprimir las voces de la oposición”, dijo entonces Rubio.

Tras su directiva, Bruce informó este jueves que el Departamento de Estado ya había comenzado con el proceso de revisión de los casos pertinentes y que las revocaciones comenzarán “más pronto que tarde”.

“Todas las personas que estén aquí con un visado deben reconocer que Estados Unidos se toma muy en serio sus visados. La verificación no es un proceso único (…) Estamos revisando visados”, dijo, a la par que reiteró que para la Administración Trump “cada adjudicación de un visado es una cuestión de seguridad nacional”.

China condenó la decisión de la Casa Blanca y la acusó de llevar a cabo una “acción políticamente motivada y discriminatoria (…) bajo el pretexto de ideología y seguridad nacional”.

La medida “socava gravemente los derechos e intereses legítimos” de los estudiantes chinos, “obstaculiza los intercambios educativos y culturales normales”, “expone la falsedad de la supuesta libertad y apertura que Estados Unidos dice defender” y “dañará aún más su imagen y credibilidad internacional”, apuntó la portavoz del Ministerio de Exteriores Mao Ning.

Al igual que China, la universidad de Harvard ha sido, también, un blanco de las polémicas políticas de Trump y su gabinete.

Pocos días atrás, el Departamento de Estado informó que había bloqueado la posibilidad de la Universidad de inscribir a estudiantes internacionales, en medio de sus cruces por las protestas y actos de violencia en el campus. Asimismo, el Gobierno instó al establecimiento a reducir del 25% al 15% su plantilla de alumnado extranjero y recortó gran parte de sus subsidios federales.