El cine siempre ha caminado de la mano con la tecnología, desde las primeras cámaras de los Hermanos Lumière hasta los efectos visuales digitales del siglo XXI. Hoy, esa evolución da un salto con la llegada de Google Flow, una herramienta de video generativo por inteligencia artificial que ya empieza a dejar huella en la industria cinematográfica. Su debut público más ambicioso será en la película Ancestra, que se estrenará en el próximo Festival de Cine de Tribeca.
¿Qué es Flow y qué lo hace especial?
Google Flow es un sistema que integra lo mejor de tres tecnologías clave: Veo 3, Imagen y Gemini, combinadas en una única herramienta pensada para facilitar la creación de escenas completas a partir de simples descripciones de texto.
Imagina escribir: “Una mujer observa a su recién nacido bajo un cielo de auroras boreales”, y recibir como respuesta una secuencia visual que integra personajes, paisajes y emociones con fluidez cinematográfica. Flow no solo genera la imagen, también añade sonido, permite controlar los movimientos de cámara, y asegura la coherencia entre escenas, como si se tratara del storyboard de un director con recursos ilimitados.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Del laboratorio al set de filmación: el caso de Ancestra
Ancestra es una película dirigida por Eliza McNitt y producida por el colectivo Primordial Soup, una iniciativa impulsada por el cineasta Darren Aronofsky en colaboración con Google DeepMind. La historia es íntima y poderosa: una madre enfrenta el nacimiento de su hija, que llega al mundo con un agujero en el corazón. Lo conmovedor es que esta narrativa está inspirada en la historia real del nacimiento de McNitt.
Lo que distingue a Ancestra no es solo su trama emocional, sino el uso creativo de IA para dar vida a escenas que serían extremadamente difíciles —o incluso imposibles— de filmar. Por ejemplo, secuencias que muestran la formación celular del feto o el delicado instante en el que una diminuta mano de bebé se entrelaza con la de su madre. Estas imágenes, generadas por Flow, alcanzan un nivel de realismo que difumina la línea entre la animación y la realidad.
Una nueva forma de contar historias
Los cineastas siempre han explorado nuevas formas de expresión visual. El paso del cine mudo al sonoro, del blanco y negro al color, y del celuloide a lo digital, fueron etapas que abrieron posibilidades narrativas. Flow representa un paso similar: una nueva paleta para quienes cuentan historias.
Lo interesante es que Flow no pretende reemplazar el arte humano, sino extender sus posibilidades. El equipo de Ancestra no sustituyó actores ni eliminó al equipo de producción: usó la IA como una herramienta complementaria, un pincel adicional para pintar escenas complejas con un nivel de detalle emocional y visual antes inalcanzable.
Tecnología al servicio de la emoción
Durante la presentación en el I/O 2025, Google mostró escenas que dejan claro el potencial de Flow. Además de imágenes impactantes, como una célula dividiéndose en una atmósfera onírica, Flow permite editar fácilmente los elementos de la escena: añadir o eliminar objetos, cambiar el ángulo de cámara, ajustar la iluminación y colocar sonidos personalizados para los diálogos, la música o el ambiente.
Esto convierte a Flow en una especie de estudio de producción virtual accesible desde una interfaz intuitiva, donde cualquier creador —no solo estudios con millones de dólares— puede experimentar con narrativas visuales de alto nivel.
Un futuro de colaboraciones creativas
El surgimiento de plataformas como Primordial Soup refleja cómo la tecnología y la creatividad se entrelazan en nuevas formas de producción audiovisual. En lugar de desplazar a los artistas, la IA puede convertirse en aliada de guionistas, directores y diseñadores visuales, siempre que se usen con ética y respeto por el valor humano del arte.
El reto ahora está en establecer límites claros y normativas para evitar abusos y proteger los derechos de creadores. Pero, en lo práctico, herramientas como Flow ya están ayudando a democratizar el acceso a la producción cinematográfica avanzada.
¿Qué podemos esperar?
No estamos ante una película completamente hecha por inteligencia artificial. Aún falta camino para ver un largometraje generado 100% por IA con la profundidad emocional que exige el cine. Pero Ancestra es una ventana hacia ese horizonte: un ejemplo de cómo los avances en inteligencia artificial pueden integrarse en el cine sin perder su humanidad.
En palabras de Darren Aronofsky: “Cada avance tecnológico ha abierto nuevas formas de contar historias. Este momento no es diferente”. Y en efecto, lo que Google ha mostrado con Flow no es solo una herramienta, sino una invitación a explorar una nueva era narrativa.
Fuente: https://wwwhatsnew.com