La ira en la Ciudad


Muchos de los líderes que encabezan la lista de los promotores de la ira son hijos de padres que los maltrataron, fueron víctimas del bullying en la escuela. Aunque llegan a ser ricos y poderosos, siguen sintiendo ira en contra de aquellos que identifican con quienes los hicieron sufrir. La avalancha de sentimientos y teorías conspirativas disparatados expresan las nuevas formas de ira y de las pulsiones negativas. Los populismos han dominado la escena hablando de castigar a la “casta” y a las élites políticas tradicionales tanto de izquierda como de derecha. Un voto a favor de este tipo de políticos, o respaldarlos en una encuesta, divierte a los iracundos porque incomoda a las élites tradicionales. Esto explica por qué la imagen de Javier Milei se mantiene bien, mientras cae la evaluación de su gobierno.

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Edward Munch, El grito. | cedoc

Peter Sloterdijk, filósofo alemán, publicó Ira y tiempo. Ensayo psicopolítico, en el que analiza la historia política de la ira. Dice que es un sentimiento irreprimible que recorre todas las sociedades, alimentado por quienes, con o sin razón, sienten que son excluidos, discriminados o apenas escuchados.



La ira es una actitud que no tiene tanto que ver con la pobreza, se provoca por la discriminación. Muchos de los líderes que encabezan la lista de los promotores de la ira son hijos de padres que los maltrataron o fueron víctimas del bullying en la escuela. Aunque llegan a ser ricos y poderosos, siguen sintiendo ira en contra de aquellos que identifican con quienes los hicieron sufrir.

A nivel social hubo, según Sloterdijk, instituciones que canalizaron la ira hacia ilusiones que prometían que, en otro momento, los discriminados serían los primeros, accederían a una felicidad negada a los poderosos. La frase de que es más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja que que un rico llegue al reino de los cielos saciaba la sed de venganza de los iracundos.

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Después, las ideas de izquierda asumieron el mismo rol, sobre todo en el siglo XX. Después de la opresión capitalista, a la que se atribuían todos los males, llegaría el sol radiante del comunismo, cuando los proletarios instauraran una dictadura que aplastara a los burgueses.

Después de que en la década del 60 el Concilio Vaticano II puso en entredicho la infabilidad de la Iglesia y de que en 1990 se derrumbó el socialismo real, llegamos a un siglo XXI en el que las doctrinas apocalípticas fueron desplazadas por la vida cotidiana. Entraron en crisis las teorías que daban lógica a la discusión política y a la política internacional. La ira se difundió de manera caótica, expresándose de manera desorganizada y contradictoria.

La promesa de Milei fue castigar a la casta. Cumple cuando sus ademanes fastidian a la gente educada de más de 50 años y ataca a la prensa.

La avalancha de sentimientos y teorías conspirativas disparatados expresan las nuevas formas de ira y de las pulsiones negativas. Los populismos instalados en Estados Unidos, Argentina, Austria, Escandinavia, han dominado la escena política hablando de castigar a la “casta” y a las élites políticas tradicionales tanto de izquierda como de derecha.

El líder mesiánico es quien califica, quien representa el cambio. Para Trump, Elon Musk no pertenece a la elite que ha llevado a Estados Unidos a la bancarrota. Freír papas en el McDonald’s o llegar a una concentración en un carro de basura fueron bofetadas a las élites educadas que provocaban la risa de sus seguidores.

Un voto a favor de este tipo de políticos, o incluso respaldarlos en una encuesta, divierte a los iracundos porque incomoda a las elites tradicionales.

Esto explica por qué la imagen de Milei se mantiene bien, mientras cae la evaluación de su gobierno. No es acertado creer que Milei cae en imagen porque no dolarizó o porque la gente está mal. Su promesa central fue castigar a la casta, y se cumplió cuando pronunció su discurso de espaldas al Congreso, cuando sus ademanes fastidian a la gente educada de más de 50 años y cuando ataca a la prensa.

La ira creció con la pandemia. La mayoría de seres humanos fue obligada a sumergirse en la internet. Sartori habló del Homo videns, ahora reemplazado por el hombre de la pantalla. Todos dependemos de nuestros celulares.

Algunos políticos antiguos terminan adhiriendo a teorías conspirativas que los llevan al ridículo ante generaciones más informadas. Cuando Ortega, líder de una dictadura mágica que persigue a las religiones, llama dictador a Milei, queda en ridículo. Lo mismo ocurre cuando Maduro habla con pajaritos a los que cree reencarnaciones de Chávez, o cuando Correa dice que se hizo fraude usando una tinta mágica que, cuando alguien votaba por su candidata, se trasladaba a la casilla de Noboa. Son supersticiones que resultan ridículas para cualquier ciudadano que pueda entrar a la internet.

El ataque al pensamiento disidente es otro fenómeno de la época. Trump ha prohibido el acceso a la Casa Blanca a determinados medios y periodistas que son críticos, habilitando a personas anónimas de ultraderecha, sin formación profesional, que adulan al gobierno y difunden disparates.

La prensa y la televisión argentinas son de las mejores de la región. Se ven en toda América del Sur. Tenemos una prensa de calidad, periódicos, revistas, sitios de internet interesantes, de todas las tendencias. Conozco políticos y periodistas de todas las tendencias que dicen cosas inteligentes que necesito aprender. Leo permanentemente a personas de izquierda y de derecha, católicos o ateos, Incluso a políticos ignorantes cuando son divertidos.

En Argentina Milei ataca a los periodistas, incluso a algunos que son inequívocamente antiperonistas. Eso es malo para él y para la democracia. Dentro de unos años esos periodistas seguirán en sus trincheras, cuando los actuales funcionarios tengan que transitar los pasillos de Comodoro Py.

Pero el fanatismo hace que se deforme la información. Algunos interpretan de manera equivocada las encuestas diciendo que la imagen de Javier Milei se derrumba. Eso no es cierto: en sus peores momentos ha tenido un saldo negativo de pocos puntos, ahora está con un pequeño saldo positivo.

Los periodistas seguirán en sus trincheras cuando los actuales funcionarios tengan que transitar los pasillos de Comodoro Py

La evaluación de su gobierno no está bien, tampoco la imagen de algunos personajes vinculados a él. Para analizar objetivamente hay que explicarse, objetivamente, por qué cuando las otras variables se debilitan él se mantiene.

Es bueno pensar también en las consecuencias electorales de este fenómeno. La fuerza está concentrada en la popularidad de una persona, que sabe ser candidato exitoso de todo el tiempo, tiene una estrategia inteligente, pero se ha visto que no transfiere los votos si él no está involucrado personalmente en el juego. También si su entorno supera las pequeñas diferencias.

La intendencia de Carlos Grosso significó un antes y un después para la Ciudad, que hasta ese entonces terminaba en el Luna Park, frente a una muralla de bodegas pobladas de alimañas, que Grosso convirtió en Puerto Madero. Demasiado buen intendente, fue sepultado debajo de una lluvia de carpetas cuando sus compañeros creyeron que podía ser presidente.

En 2010 México y Buenos Aires tuvieron magníficos jefes de Gobierno. Tenía buena relación con ambos y ayudé para que las dos ciudades se acercaran. Macri estuvo en la posesión del sucesor de Ebrard y Marcelo en la inauguración del segundo mandato de Macri, el acercamiento de las dos ciudades fue positivo. El mexicano hizo un gobierno excepcional, fue declarado el mejor alcalde del mundo. Demasiado bueno como para que, después, algunos de sus compañeros bloquearan su candidatura presidencial.

En Buenos Aires, Mauricio realizó una transformación enorme. Fueron ocho años en los que la obra fue reconocida, cuando su jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, fue elegido jefe de Gobierno. Horacio continuó la misma línea, fueron 16 años en los que la Ciudad se transformó tanto, que sus adversarios llegaron a decir que, en Buenos Aires, hasta los helechos tenían aire acondicionado. Rodríguez Larreta fue el único jefe de Gobierno elegido en una sola vuelta. Demasiado bueno como para que algunos de sus compañeros decidieran bloquear su crecimiento político.

Más que los programas o las ideologías, son esos celos personales los que explican muchos fenómenos de la política. Analizando a los personajes era imposible, desde el inicio, que pudiera darse un cogobierno de Milei y Macri. Lo mismo pasa con la asociación de Trump con Musk, son dos supernovas que no pueden coexistir.

Las elecciones de la Ciudad fueron adelantadas para que sean locales, sin interferencia de la política nacional, pero sucedió todo lo contrario. El Gobierno las convirtió en un plebiscito sobre el gobierno de Milei, postulando para una diputación local a su vocero, Manuel Adorni. Cometió la equivocación de expulsar de su espacio a Ramiro Marra, uno de sus militantes más conocidos en la Ciudad.

Desapareció Juntos por el Cambio, la coalición que se formó cuando el PRO mantenía ideas republicanas. Además de su candidata, Silvia Lospennato, una militante valiosa, van por otras listas radicales, miembros de la Coalición Cívica y Horacio Rodríguez Larreta. En esta etapa del PRO solo participa uno de los 15 miembros de la mesa chica que ayudó a Macri a ganar todas las elecciones a las que se presentó o auspició desde 2005 a 2019, y solo uno de los veinte miembros de la mesa de discurso que salieron con distintos rumbos dentro y fuera del país. Conservando en su interior a gente valiosa, sin embargo el PRO se aisló de militantes y aliados republicanos y destruyó la maquinaria invencible que comandó por tres lustros.

El peronismo lleva como cabeza de lista a un militante que ha trabajado en la Ciudad desde hace años, que tiene posibilidades de llegar primero ante la disgregación de La Libertad Avanza y de lo que fue el Frente del Cambio.

¿De qué dependerán los resultados? Si Milei logra transferir su fuerza a Adorni, es posible que llegue primero. El PRO se encuentra en una situación incómoda. Por un lado, dice que es el mejor aliado de Milei, que está totalmente de acuerdo con lo que hace, que su problema es que quieren colaborar y no los dejan porque Karina Milei no recibe a Macri.  Si no tienen algo que los distinga de Milei, tienen la desventaja de ser una copia desairada de un original que siempre es mejor.  Los electores tienden a votar por el principal.

El peronismo tendrá mejores posibilidades si capta parte del voto republicano que dejó vacante el PRO con su mileización. Rodríguez Larreta se fortalecerá si logra atraer un voto republicano que se quedó sin espacio, y que la gente reconozca la obra que hizo cuando fue de gobierno.

Hay 17 candidatos para legisladores de la Ciudad. Es propio de la sociedad de la red. En Ecuador hubo 16 candidatos presidenciales, en Perú hay 40 candidatos presidenciales. No solo vivimos la era de la ira, sino también la de la incapacidad de diálogo entre los dirigentes. La gente común los ordenará con sus votos.