La peladinga del Uboldi…


Llegó con un bello tesoro entre las manos. Algo que la marcará mientras viva. Aún es muy joven para entender la grandeza de lo vivido, considerando que es aún una niña.

La peladinga del Uboldi…



Trajo de su viaje un pescadito de oro, una réplica de los que hacía el Coronel Aureliano Buendía.

Al lado de ella, su madre. Ambas estuvieron en Colombia, se metieron en los orígenes de Macondo, conocieron de cerca el sillón donde Amaranta Buendia se sentaba, en el patio de Las Begonias. Estuvieron en Aracataca, el pueblo que vio nacer al gran Gabriel García Márquez, vieron el tren que inspiró el triste tren amarillo que llevaba miles de muertos. Ahí estuvo la peladinga con su madre, la peladinga del Uboldi.

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Pero antes…

Ella escribió una narrativa muy suya, y por esas cosas que solo le sucede a los iluminados, esas letras llegaron hasta la fundación Gabriel García Márquez.

Título:

“El corazón vibrante de Santa Cruz.”

Con ese escrito, la peladinga del Uboldi presentaba al mundo a su ciudad de origen.

Y sucedió…

Fue seleccionada, calificó y le enviaron pasajes para ella y su madre como compañía. La recibieron con honores, junto a más de dos mil concursantes también seleccionados.

Así fue…

La peladinga del Uboldi ya estaba dentro del Concurso “Macondo si tiene quien le escriba”. Esta cruceña de oro compitió con cerca de dos mil jovencitos y señoritas de su edad, escritores noveles que representaban a todos los países de habla hispana.

Y…

La peladinga del Uboldi ganó.

Si.

¡Volvió victoriosa!

Pero…

A diferencia de misses o “influencers” que no influyen en nada bueno, a la joven y triunfante escritora no la recibió la banda en el aeropuerto, no estaban los periodistas que como suchas hambrientos buscan la noticia sórdida o al político corrupto buscando una nota…
Tampoco había algún ministro de educación, y menos aún, tampoco estaba la siempre figureti secretaria de cultura de la alcaldía.

Los encargados de educación de la gobernación, ni se enteraron del gran logro de la peladinga.
Solo estaba su familia y algunos amigos que lloraban de orgullo y alegria.
Mientras tanto…

Los jóvenes participantes de otros países, pelaus que también fueron parte del concurso; fueron recibidos con honores en sus respectivos países.

Pero bueno…

La peladinga del Uboldi se llama

María José Céspedes Melgar, cursa el 2do B secundaria y es la única ganadora del “Concurso

Macondo si tiene quien le escriba.”

Y yo…
Solo puedo decir:

Gracias María José.

¡Gracias peladinga cruceña!

Gracias por hacer quedar bien y enaltecer a una ciudad, departamento y país que no te merecen.
Bienvenida al mundo de los escritores.

Será un honor estrechar tu mano.

EL ESCRIBIDOR.
Pd/

El mejor reconocimiento a esta niña, se lo podés dar solamente vos, compartiendo esta hermosa historia.