Los volúmenes exportados redujeron en casi cuatro toneladas entre enero 2023 y febrero 2025.
Por Daniel Zenteno
Bolivia exporta menos y genera menos ingresos. Foto: Archivo.
Fuente: La Razón
Las exportaciones de oro, uno de los pilares de la economía nacional, experimentaron una caída dramática en los últimos dos años, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
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Entre 2023 y hasta febrero de 2025, el valor de las exportaciones cayó un 88,7%, mientras que el volumen disminuyó un 92,1% en comparación con el promedio mensual de la gestión 2023. Este desplome sin precedentes plantea dudas sobre la sostenibilidad del sector y los efectos de la volatilidad de los precios en el mercado.
El oro ha sido, por años, uno de los principales productos de exportación del país, contribuyendo significativamente a la generación de divisas y al fortalecimiento de la balanza comercial, a la par del sector hidrocarburífero.
Sin embargo, el panorama cambió radicalmente en las últimas dos gestiones. En el transcurso de estos dos años, los ingresos por la venta de oro al exterior pasaron de un promedio mensual de $us 207,8 millones en 2023, a solo $us 23,5 millones en los primeros meses de 2025, lo que representa una caída del 88,7%.
Contrabando
Este medio se contactó con el exministro de Minería y Metalurgia (2014-2019) Cesar Navarro para conocer los motivos por los cuales el oro cayó de tal manera.
En su criterio, si bien los datos del INE podrían hacer pensar a la población que hubo una caída en la producción, en realidad el hecho de que el país perciba menos dólares por la venta de oro coincide con la crisis de divisas que se vive en el territorio nacional, lo que lleva a que las empresas y productores del metal saquen su producto a través de canales no regulados que no son considerados por el INE, por ser ilegales.
“No tenemos un sistema efectivo de control de la comercialización (…), las empresas y productores reciben el ingreso del pago del dólar en el exterior”, dijo Navarro a La Razón.
De esta manera, “los productores prefieren sacar su producto hacia Brasil y Perú” desde donde pueden exportar a mercados internacionales, principalmente la India, y reciben el pago en dólares.
En criterio de Navarro, el “elevado costo de cotización del oro”, que en el mercado internacional llegó a cotizarse hasta en más $us 3.000 la onza troy, fomenta a actividades relacionadas con el contrabando y actividades que no están formalmente registrada.
El exministro explicó que en Bolivia los exportadores, debido a la falta de dólares, reciben su pago en moneda nacional; mientras que en otros países reciben el dinero en divisa, lo traen al país y pueden venderlo en el mercado paralelo, lo que representa una ganancia extra para el sector.
Debido a que en las últimas semanas el dólar se cotiza en Bs 15 en el mercado paralelo, si los exportadores de oro ingresan $us 23 millones, los pueden cambiar hasta por encima de Bs 345 millones en ese mercado; mientras que con el tipo de cambio oficial se obtendría apenas Bs 160 millones.
Exportaciones
Además, la falta de inversión en tecnología minera y la dependencia de métodos de extracción tradicionales limitaron la capacidad de producción en el país. A esto se suman conflictos sociales y normativas más estrictas en torno a la explotación minera, que dificultaron la operación de diversas empresas, reduciendo aún más el volumen exportado.
Sin embargo, el también exministro de Minería y Metalurgia (2010-2012) José Pimentel sostuvo que normativas más estrictas son necesarias para regular y fiscalizar a un sector que es altamente contaminante del medio ambiente, generando problemas y afectaciones en las comunidades locales.
“Su explotación requiere una gran responsabilidad, porque, en principio, no puede haber una explotación racional que ponga en peligro la vida de los trabajadores, no puede haber una explotación que no cuide el medio ambiente, que no cuide los recursos que son de todos los bolivianos”, explicó en contacto con La Razón.
Oro
Por ello, en su criterio, es el Estado el que debe planificar y evaluar el destino del sector aurífero y no las empresas privadas, pues éstas buscarán explotar los recursos en favor de sus intereses propios para generar excedentes.
Un primer paso fue la creación de la Empresa de Producción y Comercialización del Oro (Epcoro), que tiene como finalidad la producción y comercialización del recurso a lo largo de toda la cadena productiva minera. Sin embargo, este paso se realizó en 2024, hace poco más de un año.
La contracción en la exportación de oro afectó considerablemente la balanza comercial de Bolivia. Entre enero 2023 y febrero de 2025, los ingresos generados por el oro cayeron en casi $us 250 millones. Esto no solo representa una pérdida directa para el sector minero, sino también para el Tesoro General de la Nación (TGN), que depende de estos ingresos para financiar diversos proyectos de infraestructura y gasto social, además que permite un mayor flujo de divisas frescas en el país.
Las exautoridades coincidieron en que la disminución de las exportaciones de oro incrementa el déficit comercial del país y agrava la dependencia de otros recursos naturales como el gas, que también se encuentra en caída libre, y los minerales no metálicos
Fuente: La Razón