Logística bajo presión: cierre de puertos y bloqueos tensionan el abastecimiento de combustible en Bolivia


transporte pesado está en emergencia, mientras los choferes de los camiones cisternas piden una actualización del precio del flete, sino el miércoles suspenden sus actividades.

eju.tv / Fuente: El Deber



La cadena de suministro de combustible en Bolivia se vio afectada en los últimos días por una combinación de factores externos e internos: el cierre de puertos en el Pacífico por mal clima y los bloqueos en Yapacaní (Santa Cruz).

Estos eventos interrumpieron, por al menos, 48 horas el flujo regular de combustibles hacia el occidente del país, confirmó el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen.

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“Durante dos días se redujo la distribución en el occidente, pero ya estamos en proceso de normalización de los despachos”, afirmó el ejecutivo, aunque reconoció que la contingencia provocó un “bache logístico” que obligó a redireccionar operaciones y asumir sobrecostos significativos.

Buques varados y costos duplicados

YPFB tiene actualmente cinco buques cargados con gasolina y diésel esperando en el puerto de Arica, que quedó inoperativo por condiciones meteorológicas adversas.

Se espera que recién el 27 de mayo puedan comenzar las descargas. En total, se estima que estos buques transportan alrededor de 150 millones de litros de combustibles, equivalentes a más de 100 millones de dólares en producto.

La situación forzó a la estatal petrolera a incrementar las importaciones por rutas alternativas, como los puertos de Paraguay y Argentina, lo que implicó un sobrecosto logístico estimado entre 20% y 30% por tonelada transportada, debido a mayores distancias, tiempos y costos de flete terrestre.

Las estimaciones del sector dan cuenta que cada día de retraso en la distribución puede generar pérdidas de hasta un millón de dólares por impacto en la logística, demoras en ventas y presión sobre la oferta interna, especialmente en regiones como La Paz, Oruro y Cochabamba, donde se observaron filas intermitentes en estaciones de servicio.

El oriente abastecido, el occidente en vilo

Mientras Santa Cruz y otras regiones del oriente mantienen un suministro regular —gracias a una logística más directa desde Paraguay y Argentina—, el occidente quedó más expuesto.

“Desde el oriente queríamos llevar el combustible al occidente, pero tuvimos bloqueos que no permitieron el paso fluido de cisternas”, explicó Dorgathen. Los cortes de ruta en Yapacaní, aunque breves, paralizaron el tránsito de decenas de camiones cisterna.

A esto se suma el anuncio del Servicio Meteorológico de la Armada de Chile, que advierte sobre un nuevo periodo de marejadas entre el 12 y el 27 de mayo, afectando la costa desde Aysén hasta Arica, lo que podría extender aún más los problemas logísticos en el norte chileno, uno de los puntos de entrada más importantes para los hidrocarburos importados por Bolivia.

Vulnerabilidad estructural en evidencia

El episodio pone en evidencia la alta vulnerabilidad estructural de la logística energética boliviana, altamente dependiente de rutas marítimas y terrestres expuestas a factores externos. En 2024, Bolivia importó más de $us 3.000 millones en combustibles y lubricantes, con un promedio mensual de $us 250 millones, lo que representa un peso sustancial en la balanza comercial y en el presupuesto de subsidios estatales.

A corto plazo, el desafío de YPFB es garantizar el abastecimiento sostenido en el país sin trasladar el sobrecosto a los consumidores. A mediano plazo, se abre nuevamente el debate sobre la diversificación de rutas, puertos alternativos y posibles acuerdos regionales que permitan blindar el abastecimiento frente a eventos climáticos y sociales.

Malestar sectorial

El abastecimiento irregular de diésel llevó a transporte pesado a bloquear la ruta Oruro-La Paz y a amenazar con medidas de presión desde el lunes, 19 de mayo.

Ya el transporte interdepartamental en la sede de Gobierno hizo conocer su malestar debido a la reducción de los viajes, pues los transportistas deben pasar horas haciendo fila en los surtidores a la espera de diésel.

Mientras que, en Santa Cruz, los dueños de lo camiones cisternas indican que el encarecimiento del precio del dólar paralelo les provoca gastos extra, por lo que piden un reajuste en el pago de los fletes.

Maicol Montaño, representantes de los choferes de camiones cisternas, señaló que sus costos de operación en un 70% son en dólares, por lo que es urgente una actualización del precio de los fletes que en la actualidad están cobrando.

Montaño indicó que unos 5.000 camiones cisternas son lo que transportan combustible y que si hasta el martes no tienen una respuesta a sus demandas, el miércoles dejarán de distribuir diésel y gasolina.