Mecánica, construcción y servicio doméstico sectores con la menor calidad laboral


Según datos de la OIT las mujeres con un 83% son las menos beneficiadas con trabajos de calidad. Mientras que, seis de cada diez jóvenes realizan labores en el sector informal. Solo un 16% de la población activa económicamente es formal

Juan Carlos Salinas

 

El trabajo en mecánica es uno de los sectore con mayor precarización en Bolivia, de acuedo con la OIT



El trabajo en mecánica es uno de los sectores con mayor precarización en Bolivia, de acuerdo con la OIT | Ricardo Montero

Fuente: El Deber

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Se celebra el Día del Trabajador y Bolivia está de fiesta. Sin embargo, la calidad y estabilidad laboral es una tarea que sigue pendiente que afecta más a un sector económico que a otros.

En este sentido, de acuerdo con la Organización Internacional de Trabajo (OIT), la precarización laboral se hace sentir con mayor fuerza en el arreglo de vehículos y motores (mecánica), con un 77%, el servicio doméstico (76%) y el trabajo en la construcción (70%).

Para la OIT, estas labores, en  un gran porcentaje, se encuentran fuera del sector formal, por lo que no cuentan con un salario adecuado, carecen de vacaciones pagadas, de seguro de salud, pago de jubilación y reconocimiento de antigüedad.

Sergio Loza, lleva treinta años como mecánico y siempre trabajo bajo el paraguas de la informalidad y no tuvo “la bendición de ser contratado por alguna automotriz para contar con un salario mensual, vacaciones y seguro de salud”.

“Ya estoy mayor y creo que ya no tendré la suerte de ser un trabajador con los beneficios de ser formal. Es duro trabajar así, llegar a viejo sin ninguna protección”, lamentó Sergio.

Susana, llegó a Santa Cruz hace ocho meses, dejó su natal Chuquisaca para probar suerte.

“Cuando llegué me fui directo a una agencia de trabajo de La Ramada, tuve que pagar una comisión, me mandaron a lavar ropa y limpiar. No me gusto y me fui. Luego me mandaron al Urubó a trabajar en una casa. Ahí me llevan en un micro que pasa por la San Martín y cuarto anillo. Solo me pagan mi sueldo y nada más”, relató Susana, que cada mañana debe estar a las 8:00 de la mañana para que la lleven a su puesto de trabajo.

El economista, Germán Molina, remarcó que la falta de empleo formal en la economía boliviana, la elevada presión fiscal y las desfavorables leyes laborales son factores que contribuyen a la alta informalidad.

Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, destacó que un empresario en Bolivia enfrenta una carga tributaria tan alta que de cada $us 100 que genera de utilidad bruta, el 85% se va en impuestos.

La precarización laboral tiene un impacto directo en los hogares bolivianos. Según un informe de la Fundación Milenio, el 80% de las familias en Bolivia sostienen su economía a través del trabajo informal, una cifra que ha aumentado desde 2019, cuando el porcentaje era del 65% .

Además, el ingreso laboral promedio ha disminuido de 3.212 bolivianos en 2019 a Bs 2.800 en 2024, lo que indica un deterioro en la calidad de los empleos y en las condiciones de vida de la mayoría de los bolivianos.
Santiago confirma que lo que gana como maestro mayor de obra ya no le alcanza como antes.

“Cuesta llenar la olla. Uno trabaja más horas, pero siente que gana cada vez menos. ¿Si voy a celebrar este primero de mayo? No, hay nada que festejar, el país está en crisis y eso lo sentimos los trabajadores, más aquellos que estamos en la informalidad, sin ningún derecho, sin tener la posibilidad de quejarse con alguien”, remarcó Santiago.

Escenario laboral

De acuerdo con un estudio del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), la coyuntura actual, marcada por una agudización de la crisis económica, está afectando severamente tanto a los trabajadores asalariados como a los trabajadores independientes.

“Sin embargo, se intenta instalar la idea de que la crisis golpea por igual a todos los sectores de la población, ocultando así la realidad de una sociedad que, dividida en distintas clases sociales, presenta marcadas desigualdades sociales”, destacaron desde el Cedla.

El informe detalla que los datos que señalan que la pobreza multidimensional en 2019 afectaba al 61,7% de la población en el país y que la pobreza multidimensional en el ámbito urbano se incrementó en los últimos años, pasando del 58,1% en 2017 al 61,2% en 2023, “dan una idea de las carencias que tienen vastos sectores de la población –fundamentalmente de la clase media independiente, la clase media asalariada y la clase obrera– en varios ámbitos”.

En los tres primeros meses de 2025, la inflación acumulada según el INE fue del 5% (67% de la inflación proyectada por el gobierno para 2025 de 7,5%), mientras que la inflación acumulada en el mismo periodo en el rubro alimentos fue del 8,8%.

Los incrementos en este rubro están impactando seriamente a los trabajadores activos y jubilados, pues los hogares destinan el 57% de sus ingresos a comprar alimentos. Esta situación afecta mucho más a los hogares más pobres que destinan un porcentaje aún superior de sus ingresos a la alimentación.
Menor calidad laboral

El economista, Jimmy Osorio, la precariedad laboral está definida por el nivel de seguridad jurídica, vulnerabilidad, inestabilidad y niveles de ingreso de un empleo.

“En Bolivia, y de acuerdo a la OIT y el INE, un empleado está en la informalidad, cuando su vinculación laboral no está bajo la normativa laboral nacional, es decir que no tiene un contrato o no es parte de la planilla de alguna actividad laboral”, sostuvo Osorio.

Detalló que aparte de los tres sectores anteriormente señalados, “los trabajadores del sector informal se dedican principalmente a la: Agricultura, venta manufactura, gastronomía y alojamiento, transporte y construcción, estos 6 grupos, asumen a un 86% de los trabajadores de dicho sector.

A escala nacional los trabajadores jóvenes de entre 18 y 25 años, conforman el 15,3% del total de la población económicamente activa ocupada, el grueso de los trabajadores está comprendidos entre 26 y 45 años.

“En el sector formal la situación por grupo etáreo, los jóvenes de entre 18 y 25 años, en el sector formal tan sólo representan al 10% de toda es población laboral, el grueso está en el grupo de 26 a 45 años. Con relación a la cantidad de profesionales que salen al mercado laboral boliviano, anualmente, y de acuerdo al Ministerio de Educación, son aproximadamente 51.000 nuevos profesionales y potenciales trabajadores”, remarcó Osorio.

Como se señala en el último informe de políticas púbicas del Cedla , el escenario laboral se caracteriza hoy por “una intensa flexibilidad laboral, con un elevado porcentaje de trabajo temporal sujeto a condiciones de trabajo precarias y pocos derechos laborales; la precariedad del trabajo se extiende por la vía de las subcontrataciones y la terciarización productiva a una parte de los trabajadores independientes. Al mismo tiempo, persisten importantes grupos de la población en edad de trabajar con dificultades de inserción laboral (desocupados e inactivos) y, por tanto, con mayor vulnerabilidad y probabilidad de caer en la pobreza”.
Información sobre el grado de estabilidad e inestabilidad en el mundo del trabajo asalariado en las principales ciudades del país, da cuenta del contexto laboral antes mencionado.

El 74,4% de los asalariados de las ciudades del eje del país tiene trabajos inestables; es decir, con contratos temporales o por obra, lo que implica, además, no contar con beneficios sociales y laborales, puntualizan desde el Cedla.

Que considera que a pesar de los altos índices de pobreza multidimensional que afectan principalmente a la clase media independiente, a la clase media asalariada y a la clase obrera; de los magros ingresos y salarios de una parte importante de los trabajadores, así como de la progresiva precarización de las condiciones laborales, tanto oficialistas como opositores plantean, con algunas diferencias, que la salida a la crisis viene de la mano de las políticas de ajuste.

“Es decir, de políticas que, con seguridad, precarizarán aún más las ya precarizadas condiciones de vida y de trabajo de la población trabajadora del país”, alertaron desde el centro de estudios.

Fuente: El Deber