El dictador llamó “diabla perversa” a la líder opositora y dijo que gastó más de mil millones de dólares para desestabilizar a su régimen. Además sugirió que el chavismo no se irá del poder “ni hoy, ni mañana, ni nunca”.
Fuente: Infobae
El dictador venezolano Nicolás Maduro lanzó graves acusaciones contra la oposición, en particular contra la líder María Corina Machado. Maduro afirmó que la oposición habría gastado más de mil millones de dólares en las recientes elecciones presidenciales del 28 de julio con el fin de “asaltar el poder en Venezuela”.
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Maduro denunció una supuesta estrategia de desestabilización impulsada por sus adversarios políticos. En su discurso, destacó: “Mucha plata, se gastaron más de mil millones de dólares para asaltar el poder en Venezuela. Pero la fusión popular, militar, policial perfecta, no los dejó. No pudieron, ni podrán. Ni hoy, ni mañana, ni nunca”.
El dictador también arremetió directamente contra Machado, insinuando sin mencionarla directamente ser la responsable de intentos de violencia y desestabilización. La refirió como “la diabla perversa” que pretendía “llenar de caos Venezuela”, lo cual conecta con acciones de violencia tras las elecciones.
Maduro señaló que detrás de la violencia poselectoral de finales de julio estaría programada por sus opositores. Según sus declaraciones, las protestas de los días 29 y 30 de julio buscaban incentivar caos y violencia, insinuando incluso la participación de mercenarios indeterminados.
Maduro contrapuso estas ideas a los conceptos que asocia con la oposición: “violencia, guarimba, amenaza, desestabilización, guerra psicológica, guerra económica”.
Tras estas afirmaciones, el entorno político venezolano se ha polarizado aún más. Desde el régimen se insiste en la narrativa de resistencia frente a supuestos ataques internos y externos, mientras que la oposición critica estas acusaciones como parte de una estrategia para desviar la atención de los problemas reales que enfrenta el país.
Las recientes declaraciones de Maduro sobre María Corina Machado y la oposición se producen en medio de un clima tenso en Venezuela, donde las acusaciones cruzadas de corrupción y desestabilización son comunes. Los líderes opositores sostienen que las acusaciones forman parte de una campaña de difamación para justificar medidas represivas.
Observadores internacionales han manifestado su preocupación por el nivel de confrontación política en Venezuela, destacando la necesidad de diálogo y entendimiento para abordar los desafíos socioeconómicos del país. Entretanto, la comunidad internacional sigue mirando con atención el desarrollo político en Venezuela y la respuesta del régimen a los movimientos de oposición.
Por su parte, Diosdado Cabello, ministro de Interior y Justicia de Venezuela también emitió una advertencia a María Corina Machado. Al ser preguntado en una rueda de prensa sobre una posible detención de Machado, mencionó que “todo tiene su momento y nadie es intocable”. Esta declaración evoca la aprehensión del líder opositor Leopoldo López, que fue detenido por fuerzas de seguridad venezolanas, sugiriendo posibles acciones futuras contra Machado.
El ministro también extendió las acusaciones al espectro general de la oposición política. Sugirió vínculos entre la oposición, bandas criminales y terroristas, e incluso mencionó que habrían recibido financiación del narcotráfico. Según Cabello, estos fondos ilícitos buscaban desestabilizar el proceso electoral celebrado el pasado 25 de mayo.
Como evidencia de estas acusaciones, Cabello se refirió a un escrito encontrado en una de las agendas de Juan Pablo Guanipa. Este documento supuestamente delinearía planes de violencia, tales como el desconocimiento de los resultados electorales y ataques contra embajadas y oficinas de la ONU en Venezuela.