“¡Nunca más la guerra!.» El grito del Papa conmovió a la multitud que desbordaba plaza San Pedro y recordó los llamados que hacía Francisco todos los domingos durante sus doce años de pontificado en el Angelus del mediodía. Durante la Pascua, el nombre cambia por Regina Coeli, siempre al mediodía, y se traslada al balcón central, la Logia de la Basílica donde se anunció el Habemus Papam que consagró a León XIV.
El nuevo pontífice pidió hoy el máximo esfuerzo posible para alcanzar una paz duradera y justa en Ucrania. Dijo llevar en su corazón “el sufrimiento del prueblo ucraniano”.
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Tambien pidió el alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza y abogó por que se preste “ayuda humanitaria a la agotada población”.
Además, reclamó un inmediato alto el fuego entre India y Pakistán, que se enfrentan en varias zonas fronterizas.
El Papa habló del escenario mundial “de una guerra a pedazos”, como decía Francisco y exclamó: «¡Nunca más la guerra!».
El flamenta pontífice exigió también la liberación para todos los rehenes israelíes en Gaza tras el rezo del Regina Coeli.
En la mañana, el papa León XIV ofició misa junto a la tumba de San Pedro en las llamadas Grutas Vaticanas de la basílica del mismo nombre.
Tras la misa, el pontifice se acercó a las tumbas de sus antecesores que están en esas Grutas y rezó ante ellas.
Al concluir el Regina Coeli, el Papa envió un saludo a todas las madres en celebración hoy del Día de la Madre en muchos países.
