Como en la época de la Unidad Democrática y Popular (UDP), “Bolivia se nos muere”, fruto de otro gobierno populista de izquierda. ¿Qué casualidad no? Siempre los gobiernos de este corte, causando penurias en el mundo.
Antes se llamaba UDP, hoy se llama MAS. Ayer la UDP, “alianza política formada por exiliados bolivianos durante la década de 1970 y 1980, abarcando varios partidos de la izquierda nacional”, asoló Bolivia. Hoy el MAS, alianza comunista/socialista, con la careta del trasnacional Socialismo Siglo XXI (SS XXI), al que han incorporado el indigenismo y la cadena coca-cocaína, también está azolando el país.
Los dogmatismos de izquierda siempre tienen el mismo fin, como se ve en la historia mundial, con la implosión de grandes naciones como la Unión Soviética y de naciones de nuestro continente como Cuba, Nicaragua, Venezuela, Argentina y otros.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Esta muy difícil la vida de esta pobre patria, digna de mejor suerte. El corto plazo está cada día más complicado, especialmente por la falta de dólares, que genera un efecto en cadena: escasez de combustible y encarecimiento de todos los insumos que importa el sector productivo, lo que causa una inflación generalizada, empeorando cada día la calidad de vida del pueblo boliviano, a punto de poner en peligro la alimentación de las clases más pobres, pudiendo caer en la pobreza extrema. El pesimismo ciudadano supera el 70% (El Deber 14-03-2025)
El mensaje que dio el presidente; el 12-03-2025 y sus 10 medidas para paliar la crisis, así como el encuentro por la estabilidad y la “democracia” de 18-03-2025, muestran que tenemos un gobierno tozudo e insensible, que no tomará medidas de fondo para solucionar la peor tragedia económica de la historia nacional. Sus prioridades son otras, nunca las del pueblo boliviano.
Los economistas, los productores, algunos políticos, el Comité pro Santa Cruz y de modo general la gente sensata del país, han planteado como medida inmediata, la liberación total de la importación de hidrocarburos, su exención tributaria y la eliminación de los combustibles; especialmente el diésel, de la lista de sustancias controladas, como una primera aproximación para solucionar el problema más acuciante. La solución ya está planteada, lo que falta es la voluntad política para ejecutarla, cosa que el gobierno masista, no tiene ni más remotamente entre sus planes.
Todo indica que tenemos meses terribles delante de nosotros, hasta que el presidente Arce sea sustituido por otro gobierno. Si existe patriotismo, logrando que la oposición se una y podamos tener un gobierno decente, estas nuevas autoridades tardarán mínimamente dos o tres años en regularizar los 20 años de desastre que dejó el MAS en Bolivia. Son negros los nubarrones que se ciernen sobre la patria, en el corto y en el mediano plazo. La brutal crisis moral que nos han dejado; que es lo más trágico de todo, solo será posible revertir en el largo plazo.
¿Qué podemos hacer? Es mi opinión que, en el corto plazo, tenemos que hacer todas las medidas de resistencia democrática para paliar la crisis y acciones de desgaste contra este régimen maligno, para destruirlo hasta sus raíces y que nunca más vuelva a Bolivia el Socialismo Siglo XXI, como hicieron los alemanes con el Nacional Socialismo de Adolf Hitler.
De igual manera en el corto y mediano plazo, en lo personal y en lo familiar, vamos a tener que ajustarnos los cinturones, a la espera de un mejor futuro, como lo hicimos en la época de la UDP o como lo están haciendo en la actualidad los argentinos, ante el desastre que allí también dejaron los populistas del SS XXI. En el mediano y largo plazo, el cambio de modelo económico, los ajustes estructurales y el desmontaje de este Narco Estado, son imprescindibles.
Pero lo que debe quedar claro, es que hoy por hoy, la tarea principal recae en la clase política opositora, lógicamente con la ayuda incondicional de las instituciones y del pueblo en general, tenemos que confiar en ellos, nuestro destino está en sus manos.
Los políticos deben buscar la fórmula para liberarnos de las garras del SS XXI. Estamos próximos a las elecciones de 2025, oportunidad para sacar de la vida nacional este régimen. La unidad, hoy como ayer, será la fórmula del éxito.
Les hago recuerdo de la pregunta del Cabildo Nacional, del 25 de enero del 2023: “¿Están todos de acuerdo en exhortar a todos los partidos políticos de oposición a construir un proyecto único que nos devuelva la esperanza para la reconquista de la democracia en las urnas en las próximas elecciones de 2025?”. Los asistentes respondieron con un rotundo SI.
Ese es el camino de nuestra liberación. Camino que marcó el pueblo Cruceño.