Jhony Mollinedo A.
“Jamás he consumido una sustancia prohibida de manera intencional. Creo firmemente en el juego limpio y lo sano que es el fútbol. Jamás pondría en riesgo mi carrera y la reputación que construí con mucho esfuerzo y trabajo”, afirmó Ramiro Vaca en un comunicado público hace algunos días. Algo parecido repitió ayer en la audiencia virtual que tuvo con los encargados del control de dopaje de Conmebol en los que recalcó su inocencia en este caso de dopaje denunciado tras el partido contra Sporting Cristal por la Copa Libertadores de América.
El club Bolívar contrató a un staff de abogados de Brasil especializados en temas legales de defensa a nivel deportivo, quienes se dice que también trabajaron con Paolo Guerrero tras su doping positivo. Además, los celestes consultaron con Ivo Eterovic, exmiembro de la comisión antidopaje de la Federación Boliviana de Fútbol y quien tiene experiencia en la defensa de jugadores, tal el caso de Rodrigo Ramallo, por ejemplo.
La defensa de Vaca está firme tanto a nivel legal como también en el aspecto médico. Según se pudo conocer, se deslindó de responsabilidades al médico del club Bolívar, Guillermo Aponte, porque el jugador tarijeño sigue las indicaciones al pie de la letra con un nutricionista que no pudo ser identificado. Además, la Ostarina, que es el suplemento que supuestamente se le encontró en la muestra, no es de fácil venta en medios convencionales y tiene que ser adquirido mediante contrabando.
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El presidente de la FBF, Fernando Costa, dijo el lunes en Cochabamba que se pedirá en el caso de Ramiro Vaca la apertura de la prueba B; la misma que debería realizarse en Alemania donde se hace el control.
Fuente: lostiempos.com