Reservas de oro: Bolivia en el puesto Nº 7 de Latinoamérica y Nº 65 del mundo


 

 



Sin dudas, las reservas de oro que tienen los países son de vital importancia para cualquier economía del planeta, más en un contexto de mucha incertidumbre y volatilidad en los mercados internacionales ante las medidas arancelarias de Trump y temores a escaladas bélicas en Europa o Medio Oriente, que podrían provocar entre tantas cosas una recesión mundial, una inflación global y la caída de las divisas, entre ellas el dólar. Es por ello que los bancos centrales han aumentado su tenencia en oro para de cierta manera prever estos fenómenos, evitando en un futuro fenómenos adversos que pudiesen derrumbar su estabilidad macroeconómica y por ende el bienestar de su población.

 

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Por lo anterior, hemos hecho un breve estudio, con información recopilada del Consejo Mundial del Oro o en inglés “World Gold Council (WGC)”, que es una organización que realiza investigaciones, análisis y estudios sobre el oro y la industria minera, la más importante del mundo. Si haríamos un RANKING mundial de que bancos centrales tienen las mayores reservas de oro, este fuera el resultado:

 

  1. Estado Unidos de América: 8.133,5 toneladas
  2. Alemania: 3.352,1 toneladas
  3. Fondo Monetario Internacional: 2.814 toneladas
  4. Italia: 2.451,8 toneladas
  5. Francia: 2.437 toneladas

 

Esta información está actualizada hasta marzo de 2025, donde se observa que 5 bancos centrales concentran alrededor del 50% de las tenencias de reservas de oro del mundo, las cuales se estiman llegan a 36.233,9 toneladas, según información contrastada con el FMI. La zona Euro-Asia, incluida el Banco Central de Europa, tienen aproximadamente 10.765,4 toneladas de oro.

 

En nuestra región de LATINOAMÉRICA, este sería el ranking:

 

  1. Venezuela**: 161,2 toneladas
  2. Brasil: 129,7 toneladas
  3. México: 120,2 toneladas
  4. Argentina: 61,7 toneladas
  5. Perú: 34,7 toneladas
  6. Ecuador: 26,3 toneladas
  7. Bolivia: 22,5 toneladas
  8. Paraguay: 8,5 toneladas
  9. Guatemala: 6,9 toneladas
  10. Colombia: 4,7 toneladas

 

En el caso de Venezuela (**) no se tiene datos oficiales actualizados (2018), sin embargo, años previos hubo una tendencia fuerte al descenso de sus reservas de oro por monetización o juicios internacionales. Según últimos informes, se estima que sus verdaderas reservas de oro, al 2021, solo serían de 79 toneladas. Respecto a Perú, si bien solo se tienen datos al 2021, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) se mantienen en 34,67 toneladas.

 

Bolivia, de acuerdo al último reporte del Banco Central de Bolivia, posee 20,5 toneladas de reservas de oro, de las cuales 83% están en entidades internacionales, 13% es oro en tránsito de refinación (el cual según normativa no debería considerarse como reserva de oro) y solo un 4% estaría en bóvedas del BCB. Sin embargo, en los últimos 2 años, las mismas decrecieron, ya que el oro que compraba el BCB lo vendía para tener liquidez para gasto corriente.

 

Antes de la implementación de la ley del oro (1503), el BCB tenía 42,5 toneladas en reservas de oro, hasta la fecha tal cantidad ha caído en un 47%. Se ha monetizado o convertido en divisas, desde la aplicación de esta ley, alrededor de 44,06 toneladas de reservas de oro y se han comprado alrededor de 24 toneladas de oro fino del mercado interno, manteniendo al límite lo exigido por la actual normativa establecida para las RIN (22 toneladas como mínimo).

 

Bolivia, junto con Venezuela, fueron países que buscaron liquidez a corto plazo para financiar sus elevados gastos públicos (déficits fiscales) ante la baja de sus ingresos estatales, en el caso boliviano por la caída de sus ingresos generados por la exportación del sector hidrocarburífero. Es ahí, que desde el 2023, el BCB ha dotado de divisas (al sector público) para el gasto corriente (pago de servicio de deuda externa e importación de carburantes) mediante la venta de nuestro principal activo estatal (reservas de oro), lo que nos pone vulnerables ante shocks externos y posiciona a Bolivia como una economía con inestabilidad macroeconómica latente, con serios riesgos de default y crisis de balanza de pagos.

 

Por: Luis Fernando Romero Torrejón

Pdte. Colegio Departamental de Economistas de Tarija