Sube el costo de vida y la pobreza también


La inflación acelera que más bolivianos vuelvan a esa situación crítica y los más vulnerables son afectados por las políticas erradas del Gobierno.

 



Fuente: El Diario

Un estudio de la Fundación Jubileo muestra que la pobreza moderada y extrema crecieron, debido a la actual coyuntura económica que se ve reflejada en un elevado incremento de los precios de los productos, lo que tiende a deteriorar más la calidad de vida de la población boliviana y en especial, las áreas rurales. La falta de actualización no visibiliza a las personas en esta situación.

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Una actualización basada en la inflación reporta que la pobreza es 5 a 8% mayor a las cifras oficiales que registra el Instituto Nacional de Estadística (INE); además, Jubileo señala que la educación es un factor clave para reducir o aumentar esta condición y lamenta que Bolivia no aproveche el bono demográfico que tiene, es decir personas jóvenes en edad de trabajar.

Para el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero Torrejón, la situación no mejorará, si algún partido de izquierda gana en las próximas elecciones, la pobreza podría llegar al 50%.

El estudio denominado “Opción por los pobres”, publicado por la Fundación Jubileo y presentado por los analistas económicos Patricia Arce, Juan Carlos Núñez, Francesco Zaratti y René Martínez, quienes explicaron a lo largo de la presentación que se debe actualizar los datos de la pobreza con lo que pasa en el país, por la inflación, la falta de dólares y combustibles.

La situación de la pobreza en el país se agudizó a raíz del desempleo, la criminalidad e inseguridad ciudadana, la pérdida adquisitiva del salario, que contribuyeron al incremento del costo de vida, además de la crisis cambiaria y el déficit en el tema hidrocarburos, detallaron cada uno de los analistas.

Enfatizaron que el próximo gobierno tendrá el enorme desafío de encarar el tema socioeconómico en todos los ámbitos, ya algunos economistas se animaron al indicar que la próxima administración será antipopular.
Por ejemplo, Patricia Arce, en su exposición, dijo que la informalidad tiene rostro, así como la pobreza y que está relacionado con el nivel educativo, pues una gran parte de los jóvenes no culminaron sus estudios o están poco preparados, por lo tanto trabajan en el negocio familiar, en pequeñas y microempresas.

La baja calidad educativa se refleja en el estudio elaborado por el observatorio de la calidad del gobierno, cuyo informe muestra muchas falencias en los estudiantes, como no saber leer, no resolver problemas de matemáticas, entre otros.

“El sistema educativo que no es bueno y puede perpetuar la pobreza en el país”, sentencia la analista en la presentación del estudio de Jubileo a tiempo de reflejar que en el área urbana por una hora de trabajo se obtenía 18 bolivianos antes, pero en 2023 por ese mismo periodo ahora se obtiene sólo 16 bolivianos, cuya situación disminuye y repercute en nuestra calidad de vida.

Inflación

Entretanto, Romero señala que la inflación provoca que la economía se ralentice o decrezca, y la gente gane menos y reduzca sus compras, así también por los precios altos bajaron sus adquisiciones.

Bolivia ingresó de lleno a una estanflación porque se redujo el movimiento económico, sube los precios de los productos y se estancó el crecimiento de la economía.

Explica que posiblemente la clase media alta pueda soportar por un tiempo determinado la subida de precios, por sus ingresos altos o medianamente aceptable; pero la gente de bajos ingresos que no gana el mínimo nacional tiene menos recursos y posibilidades de satisfacer sus necesidades básicas, simultáneamente van a la pobreza.

De seguir la situación crítica de la economía nacional, Bolivia puede registrar 50% de pobres, similar situación pasó en la Argentina, pero en el país vecino la pobreza ya pasaba el 60%, debido a las políticas erradas por la administración de Alberto Fernández.

“No son sólo los que mendigan, sino también uno que gana el mínimo nacional, que no puede satisfacer su alimentación, su salud y su educación. La situación está terrible”, alertó y sostuvo que el bajo crecimiento repercute en menores ingresos.

Pobreza real

Más familias son pobres, aunque no aparecen en las cifras oficiales. Al aplicar una actualización basada en la inflación acumulada, tanto la pobreza extrema como la pobreza moderada aumentan de forma significativa, sostiene la Fundación Jubileo.

Analizar la pobreza no es solo establecer el nivel de ingresos, sino lo que realmente cuesta vivir con dignidad, especialmente frente a la subida del costo de los alimentos. Entre 2021 y abril de 2025, los alimentos aumentaron 20,09%, pero el índice general de precios registra 15,01%.

En el cálculo oficial de la línea de pobreza moderada urbana se establece el monto de 939 bolivianos por persona al mes (Bs 31,30 diarios). Con la actualización, debería ser de 1.080,8; por tanto, una familia de cuatro miembros necesitaría 4.323,4 al mes para superar este nivel, señala el documento.

Para medir la pobreza extrema urbana, que hoy se sitúa en 468 por persona (Bs 15,6 por día) tendría que elevarse a 579,7, de modo que una familia de cuatro miembros con ingresos menores a 2.318,8 estaría en esta categoría.

En las zonas rurales, el desfase también es evidente. La línea de pobreza extrema debería haberse incrementado de 393 a 486,9 bolivianos y la moderada de 683,7 a 786,6 bolivianos.

La diferencia va de 90 a 140 bolivianos por persona al mes. Para una familia de cuatro integrantes, eso representa entre 360 y 560 bolivianos mensuales, es decir, hasta una quinta parte del salario mínimo nacional (Bs 2.750). Esa brecha puede ser decisiva para que una familia figure o no como pobre en los registros oficiales.

Pobreza vs. precios

Durante varios años, los precios se mantuvieron relativamente estables. Sin embargo, según datos del INE, los alimentos subieron más de 20% entre 2024 y los primeros meses de 2025, tras incrementos acumulados de 6,6% en 2022 y 3,3% en 2023.

En porcentaje, la pobreza extrema y la pobreza moderada habrían aumentado entre 5 a 8 puntos porcentuales, respectivamente.

Para el promedio de Bolivia, la pobreza extrema registra 11,9%, según el dato oficial; pero, si se proyecta con la inflación acumulada, la cifra real subiría a 17,5%. En las ciudades, de 5,9% subiría a 10,3%. En el área rural, de 52% a 58,8%.

Respecto a la pobreza moderada, la cifra oficial nacional es de 36,5% y con la actualización alcanzaría a 44%. En el área urbana es de 30,2% y el dato actual debería aproximarse a 38%. En el área rural, de 26,5% subiría a 35%, si se actualiza el parámetro de medición al costo de vida real.

Con referencia a la pobreza rural, ésta sigue siendo alarmantemente alta. Si se aplicaran líneas de pobreza actualizadas, casi 6 de cada 10 personas en el área rural vivirían en situación de pobreza extrema.

Desafíos para reducir la pobreza

Protección social y sistemas de cuidado: se necesita reforzar la atención a quienes más lo necesitan, hogares liderados por mujeres, personas mayores, con discapacidad o en extrema pobreza.

Reforzar la atención integral de necesidades sociales básicas: salud, alimentación, vivienda y otros.
Reconocer y redistribuir el trabajo no remunerado que recae sobre las mujeres.
Empleo digno e inclusión productiva: la pobreza no se supera sin trabajo decente y transformación productiva.

Impulsar la formalización laboral con incentivos fiscales, simplificación de trámites y acceso a servicios financieros.

Fortalecer el sector productivo local a través de la diversificación económica e innovación.
Mejorar el acceso al crédito y financiamiento para pequeñas y medianas empresas.
Políticas con enfoque territorial: las desigualdades no son iguales en todo el país, la política debe adaptarse al territorio.

Priorizar zonas rurales y regiones rezagadas con infraestructura, conectividad y servicios.
Focalizar recursos donde más se necesitan, con alianzas multisectoriales.

Institucionalidad social y gobernanza local: sin instituciones fuertes y confianza social, las políticas no llegan ni se sostienen.

Fortalecer la articulación entre niveles de gobierno y sociedad civil, con mecanismos de corresponsabilidad.
Impulsar pactos sociales inclusivos que promuevan cohesión, resiliencia y nuevas formas de relacionamiento entre Estado y ciudadanía.

Educación como motor de movilidad social y motor del desarrollo socioeconómico: romper el ciclo de la pobreza requiere educación de calidad desde la infancia.

Mejorar la formación docente y modernizar la enseñanza.

Ampliar conectividad y acceso a tecnología en zonas rurales.

Prevenir el abandono escolar con becas y apoyo económico a jóvenes vulnerables.

Fuente: Fundación Jubileo

Fuente: El Diario