Son horas decisivas para las organizaciones políticas que participarán de las elecciones generales del 17 de agosto. Este lunes vence el plazo para inscribir a los candidatos. En los días saltaron a la lid los 5 aspirantes a la vicepresidencia y la lista puede crecer
Fuente: El Deber
Bolivia entra en la recta final para inscribir oficialmente a los binomios que competirán en las elecciones generales del 17 de agosto de 2025. Al menos cinco candidatos a la Vicepresidencia ya fueron presentados y, con ello, se completaron las primeras formulas electorales que aseguraron su inscripción formal ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE). El plazo vence este lunes a medianoche.
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Hasta ahora solo se había hablado de los candidatos a la presidencia, pero ahora ya se destapan los nombres de los vicepresidenciables. ¿Quiénes son? ¿A qué tipo de votantes están dirigidos? EL DEBER hizo un repaso actualizado de estas últimas decisiones y la contrastó con los protagonistas y especialistas en el análisis político.
Eso sí, los cinco vicepresidenciables, aunque diversos en trayectoria, edad y origen, todos responden a una lectura compartida: “la necesidad de renovación”, según los líderes políticos que se refleja en sus decisiones y varias percepciones.
Así, la elección de estos cinco vicepresidenciables marca un giro evidente. Tres de ellos (Velasco, Careaga y Uriona) provienen del ámbito empresarial y tecnológico. Lupo ofrece una visión técnica e institucional, mientras que Berna representa la resistencia de las organizaciones sociales afines a un MAS fragmentado y tensionado.
Además, el común denominador fue la búsqueda en territorios clave: Santa Cruz, como centro económico, poblacional y político emergente; Potosí, bastión minero; Cochabamba, el ancla del empresariado migrante en el extranjero, y el altiplano, como cuna del voto sindical.
La mayoría de los candidatos vicepresidenciales —presentados hasta el viernes— son jóvenes, profesionales, emprendedores o técnicos con trayectoria internacional.
El mensaje emitido por ellos, según un recuento cualitativo de las ideas fuerza que realizó el equipo de Usted Elige del diario EL DEBER, tuvo que ver con conectar con una ciudadanía que exige gestión, transparencia y soluciones reales en medio de una crisis económica prolongada, marcada por inflación, escasez de dólares y pérdida de confianza en las instituciones.
Juan Pablo Velasco (Libre): el emprendedor tecnológico que acompaña a Tuto Quiroga tiene 38 años. Su hoja de vida está anclada en el mundo de la innovación: fue cofundador de Netcomidas (vendida a PedidosYa en 2018), y lideró la expansión de Yango, una firma global de micromovilidad que hoy emplea a más de 50.000 personas en América Latina. “Traigamos el mundo a Bolivia y llevemos Bolivia al mundo”, fue su primer mensaje al ser presentado en La Paz.
Del volante al escenario político, Sebastián Careaga, de 31 años, es el acompañante de fórmula del senador Rodrigo Paz por el Partido Demócrata Cristiano (PDC). Potosino de nacimiento, campeón nacional de automovilismo y presidente de la Federación de Empresarios de su departamento, Careaga se define como un “emprendedor con convicción” y no con ambición.
Samuel Doria Medina, empresario y líder de la alianza Unidad, eligió al economista José Luis Lupo, de 63 años, como su compañero de fórmula. Con una larga trayectoria en la administración pública, Lupo fue ministro de Hacienda, de Desarrollo Económico, de Gobierno y de la Presidencia entre 1999 y 2002. También trabajó en organismos de financiamiento multilateral como Fonplata y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Doria Medina justificó su elección con un argumento pragmático: “Bolivia no necesita más ideología, necesita gestión”. Lupo aporta conocimiento técnico, manejo de relaciones internacionales y solvencia macroeconómica.
Nueva Generación Patriótica (NGP) fue fundado por Edgar Uriona, empresario cochabambino radicado en Estados Unidos. Ahora es candidato a la vicepresidencia porque invitó al economista Jaime Dunn, de tendencia liberal, para que vaya a por la Presidencia. El especialista en finanzas estaba terminando sus trámites para completar los requisitos.
Uriona es fundador del consorcio New Generation Group. Lidera empresas de bienes raíces, finanzas, construcción y gastronomía dirigidas a la comunidad migrante boliviana en Washington DC. Con esa experiencia, ahora da el salto a la política. Uriona no tiene trayectoria partidaria, pero asegura tener una “visión empresarial con sensibilidad social” y se declara listo para generar oportunidades desde el emprendimiento. Su candidatura representa a la diáspora boliviana y a una Bolivia globalizada que ha construido riqueza desde afuera.
Milán Berna representa a la vieja guardia del movimiento social. Es el actual secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y acompañará a Carlos Eduardo del Castillo, el exministro de Gobierno y carta presidencial del MAS
Su inclusión reafirma el peso del sindicalismo campesino dentro del oficialismo y busca sostener el respaldo rural, en medio del declive del liderazgo de Evo Morales y la fractura interna y la declinación de Luis Arce a la Presidencia.
Valoraciones
Santa Cruz, economía y contrapeso
Franco Gamboa Rocabado
Sociólogo político, especialista en Gestión Pública
El peso específico de Santa Cruz en la dinámica política de las elecciones presidenciales de agosto 2025, es fundamental y enorme. Primero, porque la región ha confirmado un liderazgo nacional en la estructura económica. Entre 2023 y 2024, Santa Cruz es claramente el motor económico de Bolivia, aportando, aproximadamente, el 31,5% al Producto Interno Bruto (PIB) nacional. La estructura económica cruceña destaca, además, una fuerte base sustentada en la iniciativa privada. Asimismo, en el año 2023, el sector agropecuario representó el 20% del PIB departamental, la industria el 15% y la administración pública solo el 11,5%. Esto contrasta mucho con la estructura nacional, donde la administración pública tiene un peso del 17,6%, la agropecuaria un 13,5% y la industria, solamente un 10,2%.
Segundo, Santa Cruz constituye una fuente de poder para la estabilidad política nacional. Sin embargo, la burguesía agroindustrial cruceña y otros sectores, se beneficiaron grandemente de la subvención de los hidrocarburos, apoyando las políticas del MAS. Hoy día, se requiere una reorientación muy profunda de este modelo económico y las pugnas políticas colocan a Santa Cruz, ante la crucial disyuntiva de contribuir a una transformación económica sin las subvenciones estatales y apuntalar la reestructuración, “compartiendo recursos” con lo que se denomina un futuro crecimiento de “base ancha” para aguantar los costos del ajuste estructural que se requiere cuanto antes.
Tercero, todos los candidatos presidenciales, en cierta manera perciben estos retos regionales y el valor político-económico de Santa Cruz. El dilema radica en cómo las élites cruceñas y las propuestas de gobierno, van a poder otorgar al país un nuevo modelo concertado de recuperación económica y de consolidación democrática, sin conflictos, con un mayor compromiso para la “reconciliación nacional” y una nueva visión de país, afincada en las autonomías regionales.
Andrónico catalizó el voto joven
Laura Rojas Ayala
Diputada nacional, especialista
en Comunicación Política
Una figura clave en el reordenamiento político nacional es la del Presidente del Senado, Andrónico Rodríguez. Aunque marginado del binomio oficial del MAS, tras meses de pulso con Evo Morales y la línea dura sindical, su influencia penetra silenciosamente en casi todos los frentes.
Andrónico representa la emergencia de una nueva generación política que no encaja del todo ni en las estructuras rurales-indígenas tradicionales del MAS ni en la lógica mestiza-urbana de la oposición. Su exclusión del binomio oficialista empujó al MAS a buscar una figura más “digerible” para Santa Cruz (Eduardo del Castillo), es un claro intento de compensación simbólica y electoral.
Políticamente, su desplazamiento también pateó el tablero. Muchos analistas interpretan que el surgimiento de fórmulas con perfiles tecnocráticos, empresariales y cruceños en la oposición responde no solo a la crisis económica, sino también al vacío simbólico que dejó el MAS al marginar al “Androniquismo”. Doria Medina y Tuto Quiroga, por ejemplo, supieron leer esta ruptura y apostaron por figuras que rompen con la lógica sindicalista.
Rodríguez, por su parte, ha optado por mantenerse en campaña paralela, haciendo recorridos internacionales, pero también reuniéndose con jóvenes, estudiantes y bases rurales en Bolivia. Su figura se proyecta como catalizador de una nueva corriente política, con énfasis en la juventud.
En suma, Andrónico no solo puede erigirse en el abanderado de la juventud, sino también en ese representante del “proceso de cambio” que, ante el fin de un ciclo político en Bolivia, se redefine como algo nuevo sin perder su izquierdismo.
Fuente: El Deber