Alertan sobre nuevas formas de estafa en tiempos de crisis en Bolivia


La Policía alertó que los delincuentes detectan los productos y servicios de mayor demanda, como alimentos, carburantes, pasajes, para publicar anuncios en redes sociales, pedir cobros por QR y luego desaparecer

Alertan sobre nuevas formas de estafa en tiempos de crisis

-Los estafadores operan en las redes sociales e incluso estafan con oferta de alimentos

 



Fuente: elpais.bo / Tarija
Violeta Castillo

La Policía Boliviana reportó que continúa aumentando el índice de denuncias por estafas a nivel nacional y que los delincuentes detectan en la coyuntura los bienes y servicios de mayor demanda para lanzar constantemente nuevos mecanismos para engañar a sus víctimas, al mismo tiempo que así dificultan su persecución.

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Desde la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) reiteran las precauciones que deben tomar las personas para evitar convertirse en víctimas de estos delitos.

Cifras

El Observatorio Boliviano de Seguridad Ciudadana y Lucha Contra las Drogas (OBSCD) sistematizó las denuncias que la Policía recibió entre el 2018 y el 2023. La línea temporal muestra un repunte en los últimos años, tras una reducción durante el tiempo de la pandemia por coronavirus.

De acuerdo a este cuadro, el 2018 hubo 5.013 casos, el 2019 cerró con 4.405; el 2020 con 3.035; el 2021 con 3.321; el 2022 con 4.468 y el 2023 con 5.845 en total.

Los hechos tipificados como delitos financieros igualmente fueron en ascenso, en ellos se incluye la intermediación financiera no autorizada, el uso indebido de influencias para créditos, y la apropiación indebida de fondos. Este último es uno de los que más creció por el robo de datos.

El 2018 hubo tres denuncias por delitos financieros, el 2019 se repitió la cifra, el 2020 subió a siete, el 2021 a 27, el 2022 bajó a 21 y el 2023 aumentó a 90.

Aún no fueron publicados los datos a cierre de gestión del 2024 ni de los primeros meses del 2025, pero las autoridades reportaron que es notable el incremento de denunciantes y lo atribuyen en parte al contexto de crisis económica.

El director departamental de la FELCC, coronel Wilson Miranda, explicó que los estafadores aprovechan la coyuntura para engañar con ofertas de productos de alta demanda en redes sociales: publican anuncios, solicitan pagos mediante QR o transferencias bancarias y luego desaparecen sin entregar los productos.

Por ejemplo, las temporadas de escasez de combustible en grupos de Whatsapp y en Marketplace de Facebook proliferan anuncios donde la gasolina y el diésel llegó a los 20 bolivianos por litro. Lo mismo ocurrió durante las semanas de mayor demanda de dólares y ahora lo más frecuente es la estafa con la venta de alimentos a precios más bajos que en las tiendas físicas.

Recomendaciones

El primer consejo de la Policía es no responder llamadas o mensajes de números desconocidos, no interactuar, especialmente si solicitan información personal.

Tampoco se debe enviar códigos de ningún tipo, como las contraseñas bancarias o de verificación para cuentas de correo o redes sociales.

La tercera recomendación consiste en mayor cuidado con las ventas en línea, desconfiar de ofertas demasiado atractivas o de vendedores que pidan pagos iniciales sin ofrecer garantías o sin contar con tienda física.

En cuarto lugar, se debe verificar la autenticidad de la información. Por ejemplo, ante supuestas convocatorias de empleo, se debe contactar a la institución para constatar el anuncio, más si solicita pagos o datos personales.

La quinta recomendación de la Policía es que las personas que hayan sido víctimas de estos delitos, los denuncien lo antes posible en las estaciones, oficinas de la fuerza anticrimen o al 110. Además, se debe guardar los números de teléfono y las cuentas a las que haya hecho transferencias bancarias.

Estafas
os delincuentes utilizan como señuelo la venta de alimentos a bajo precio, venta de carburantes e incluso boletos de pasajes

Estafas y robo de datos, lo más frecuente

Durante la última semana, tan solo en Tarija, dos casos llamaron la atención por la dimensión del daño causado a las víctimas y por su nuevo modus operandi.

Uno es el de un sujeto que habría estafado casi un millón de bolivianos ofreciendo paquetes alimentarios que incluían un quintal de harina, uno de azúcar y cinco litros de aceite, todo por 300 bolivianos que es un precio inferior al de mercados y tiendas.

Así cayeron centenares de personas, incluso juntas vecinales y asociaciones civiles.

El otro fue el de un hombre que cayó en un anuncio de pasajes aéreos económicos. Dio sus datos y pagó vía QR por un boleto a La Paz, pero minutos después se percató de la estafa, cuando no halló su nombre registrado en el vuelo y vio su cuenta bancaria vacía.