Santa Cruz. Pacientes renales protagonizaron una manifestación exigiendo el pago a las unidades de servicios
Fuente: eldeber.com.bo
Martha Mamani, de 53 años, asiste tres veces por semana a sesiones de diálisis que le permiten seguir con vida. Durante cuatro horas permanece conectada a una máquina que le filtra la sangre, un procedimiento necesario desde que la diabetes deterioró gravemente su salud hasta llevarla a un coma diabético.
“Si no me hago la diálisis, me hincho. No tengo otra opción”, dice mientras espera su turno para una consulta en el hospital San Juan de Dios. Antes de enfermar, Martha se ganaba la vida vendiendo comida, pero hoy su realidad gira en torno a tratamientos y la lucha diaria por costearlos.
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Aunque accede al tratamiento a través del sistema público de salud, los constantes retrasos en los pagos del Estado a los centros especializados han afectado la regularidad de las sesiones. “A veces tenemos que ir a centros privados, donde una sola sesión cuesta entre Bs 500 y Bs 800, y no todos podemos pagarlo”, lamenta.
Martha también comentó que algunos centros dejaron de atender por falta de recursos, lo que ha obligado a muchos pacientes a migrar a otros que tienen convenio con el Estado o, incluso, a centros privados, donde los costos son altos para la mayoría.
Para Horacio Sambaquiri, el 14 de enero de 2022 marcó su vida para siempre, porque desde ese día su rutina gira en torno al servicio de diálisis de la Caja Nacional de Salud. Asegura que le colocaron un catéter por donde le realizan tres sesiones por semana (martes, jueves y sábado).
Pese a que le cubren este tratamiento, asegura que también deben tener algo de presupuesto para comprar algunos medicamentos, como eritropoyetina. “No siempre se tiene la plata en el bolsillo, pero uno tiene que buscar por lo menos unos Bs 300”, dijo.
“Si no dializo, mi vida está en riesgo y me espera la muerte”, resume Horacio la importancia de mantener y sustentar a las unidades que realizan las hemodiálisis.
Este martes, los pacientes renales protagonizaron una protesta, exigiendo el pago de la deuda que el Ministerio de Salud mantiene con hospitales y centros de convenio encargados de brindar servicios de hemodiálisis. La medida se suspendió luego de un acuerdo con las autoridades.
La responsable del Programa Nacional de Salud Renal del Ministerio de Salud, Sdenka Maury, reconoció que hubo un retraso en los pagos, pero que eso está ligado al tema administrativo.
Explicó que el proceso para cumplir con la cancelación de los montos adeudados requiere documentación de respaldo, pero a veces hay observaciones que tienen que subsanarse.
Otro de los tropiezos son los constantes cambios de personal en los municipios, lo que genera inconvenientes para ingresar la documentación, por lo que también han visto necesario dar capacitaciones.
“El 70% de los pagos pendientes con documentación remitida y sin observación se efectivizará en junio y el resto hasta julio”, remarcó la responsable del programa.
Indicó que en ningún momento ha quedado un paciente sin atención y aseguró que el Sistema Único de Salud (SUS) cubre los costos de cada sesión de hemodiálisis que se brinda a 4.496 personas en el país, de las cuales 1.615 están en Santa Cruz, 1.100 en Cochabamba y 950 en La Paz.
“A nivel nacional requerimos Bs 500 millones cada año para atender a los pacientes en diálisis”, informó Maury.
La responsable del programa explicó que cada sesión de hemodiálisis está valorada en Bs 713 y un paciente recibe 13 sesiones por mes, lo que significa un costo de Bs 9.262 mensual.
De acuerdo con Maury, los pacientes renales aumentan un 14% cada año debido al incremento de enfermedades crónicas, como la obesidad, hipertensión y diabetes, por lo que recomienda asumir medidas de prevención.