Atención: Conozca las 5 fases del sarampión


Especialistas reiteran que la vacunación y una pronta visita al médico ante los primeros síntomas es fundamental para evitar secuelas de la enfermedad.

 

Fuente: Red Uno



Milen Saavedra

El sarampión es una enfermedad altamente infecciosa, ya que una persona puede contagiar a 18 personas más. La transmisión se produce por vía aérea y por superficies contaminadas.

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«Cada vez que la persona infectada tose, estornuda elimina una columna de gas que contiene partículas infecciosas y que esa columna de gas permanece en el aire por lo menos dos horas. Si en un ambiente cerrado hay varias personas y una está infectada, van a inhalar esas partículas y se pueden infectar«, explicó el médico infectólogo Juan Saavedra, en El Mañanero de Red Uno.

Primera fase: Saavedra indicó que, en sus primeros tres días, el sarampión tiene «síntomas inespecíficos», como fiebre, congestión en la nariz y ojos, también tos. Por lo que podría ser confundido con influenza o covid.

«No hay que esperar que avancen los días sin que el paciente sea evaluado por un médico, para descartar una de las enfermedades», agregó.

Segunda fase: Al cuarto día, aparece en la boca del paciente, unas manchas de color blanco (manchas de Koplik), que son «las pruebas contundentes» de que es sarampión.

Tercera fase: Al quinto día, aparecen las erupciones, manchas de color rojo en la frente y rápidamente comprometen la cara, el cuello, el tronco, los brazos, los miembros inferiores, inclusive la palma de las manos y las plantas de los pies. A esto se suma fiebre, congestión nasal y tos.

«El problema es que desde cuatro días antes, el niño estuvo infectando a todos a su alrededor y dura cuatro días más», explicó el médico.

Cuarta fase: Si el paciente recibe tratamiento médico, no desarrolla complicaciones. Sí se podría complicar si el niño tiene bajo peso o enfermedades crónicas, también con un virus agresivo derivando en neumonía, otitis media o encefalitis.

Quinta fase: Si el cuadro se agrava, el niño tiene que ser internado, ser tratado con varios medicamentos y el riesgo de muerte es alto.

En el caso de niños de menos de 2 años, que no están vacunados y se contagian, se recuperan. Sin embargo, siete o 10 años después, desarrollan panencefalitis esclerosante subaguda (PEES), una secuela que podría derivar en la muerte.

En ese sentido, es importante reforzar la vacunación.