Bolivia se prepara para comprar electricidad de Brasil, Gobierno anticipa posibles “contingencias” futuras


En tiempos de buena producción de gas, Bolivia era considerado como un proveedor energético importante de la región. Sin embargo, ahora la baja producción de gas, suministro importante para las termoeléctricas que producen el 70% de electricidad del país, comenzó a preocupar sobre la autosostenibilidad en mediano plazo.

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Fuente: ANF / La Paz

El Ministerio de Hidrocarburos y Energías comunicó que impulsa un estudio técnico para comprar electricidad a Brasil y garantizar la seguridad energética ante posibles contingencias climatológicas futuras.



El proyecto busca una interconexión binacional mediante el tendido de líneas de alta tensión, lo que permitirá un suministro continuo a la red nacional.

“Esta iniciativa permitirá al país mejorar su capacidad de respuesta ante contingencias provocadas por fenómenos climáticos extremos, como sequías prolongadas o lluvias intensas, que podrían afectar la generación o distribución de electricidad. La conexión binacional aportará flexibilidad operativa al Sistema Interconectado Nacional (SIN) y contribuirá a garantizar el suministro continuo de energía a la población”, indica la nota de prensa.

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En tiempos de buena producción de gas, el país era considerado como un proveedor energético importante de la región. El año pasado, Bolivia vendió electricidad a Argentina por un valor de $us 17,8 millones.

Sin embargo, la baja producción de gas, suministro importante para las termoeléctricas que producen el 70% de electricidad del país, comenzó a preocupar sobre la autosostenibilidad del país en mediano plazo.

El presidente del Colegio de Ingenieros Electricistas y Electrónicos de Bolivia (CIEEB), Emerson Aruquipa, en declaraciones a la ANF, advirtió hace dos semanas que en 2028 habrá una menor oferta de gas y una mayor demanda de energía eléctrica, lo que podría provocar una crisis energética; por ello, pidió al Gobierno comenzar a asumir acciones.

El ministerio del área argumentó que el proyecto permitirá un flujo del suministro a gran escala de fuentes renovables y no renovables.

“A mediano y largo plazo, también se prevé que esta infraestructura viabilice la exportación de excedentes de energía limpia, especialmente de origen hidroeléctrico y solar, generando divisas y apoyando los objetivos de transición energética”, dice otra parte del documento.