Cinco maneras de inducir un buen estrés


Cuando participamos en actividades que nos desafían, alimentamos nuestra resiliencia, dice la médica Sharon Bergquist.

Fuente: Globo G1



El mes pasado, escribí una columna sobre la aptitud física frente al estrés, una teoría defendida por la psicóloga Elissa Epel: en lugar de huir de las situaciones que nos incomodan, deberíamos buscar desafíos que nos preparen mejor para superar la adversidad. La Dra. Sharon Bergquist, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Emory (EE. UU.), quien acaba de publicar el libro «La paradoja del estrés: Por qué necesitas estrés para vivir más tiempo, más sano y más feliz», avala esta práctica:

La doctora Sharon Bergquist, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Emory (EE. UU.), acaba de publicar el libro «La paradoja del estrés» — Foto: Divulgación

El estrés causa daño, pero también cura. Cierto nivel de estrés disminuye nuestra edad biológica, y esa es la paradoja. Como médico, trabajé con muchos ejecutivos y una pregunta que siempre surgía era: «¿Debería bajar el ritmo?». A pesar de sus cargas de trabajo, estas personas sentían pasión por lo que hacían. Cuando participamos en actividades que nos estimulan, desarrollamos nuestra resiliencia.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

El investigador dice que el estrés adquirió una reputación negativa a partir de la década de 1930, después de que el endocrinólogo Hans Selye presentara su teoría del Síndrome General de Adaptación, que describe las reacciones fisiológicas del cuerpo al estrés en tres fases: alarma, resistencia y agotamiento, cuando el agotamiento aumenta el riesgo de enfermedad.

El problema es que Selye sometió a sus sujetos de prueba a un nivel excesivo de sufrimiento, lo que contribuyó a la demonización del estrés. El secreto está en encontrar el punto óptimo, aquel que nos impulsa sin abrumarnos. Piense en una U invertida, en la que demasiado estrés es perjudicial, pero su ausencia tampoco es beneficiosa. A un nivel moderado, estimula las conexiones neuronales —enfatizó en una conferencia en línea— .

Destaca el concepto de hormesis, descrito por primera vez por el farmacólogo Hugo Schulz, según el cual una baja exposición a toxinas y otros factores estresantes es beneficiosa para el organismo porque refuerza los mecanismos de defensa. Sin embargo, señala que existe una variación significativa entre individuos y que nuestra tolerancia está directamente relacionada con lo que sufrimos en la primera infancia y con las experiencias negativas a lo largo de la vida.

¿Y cómo se puede fomentar un buen estrés? El médico recomienda cinco prácticas:

Actividad física: ejercicio intenso pero breve que nos saca de nuestra zona de confort – levantar pesas es un buen ejemplo de ello.

Una dieta variada, con diferentes texturas y crujidos.

Ayuno circadiano: comer restringido a un período del día, generalmente temprano en el día, evitando comer durante la noche, en sincronía con el ciclo natural de actividad y descanso del cuerpo.

Exposición térmica moderada, como optar por una ducha fría.

Desafíos mentales que nos involucran y liberan serotonina y oxitocina. Esto también incluye interacciones sociales, prácticas de meditación y atención plena, e incluso una conexión más profunda con la naturaleza.