Cómo cambiaron las guerras en la era de los drones y por qué la OTAN exige más dinero a sus socios


La alianza atlántica elevará su objetivo de inversión militar al 5% del PIB ante un nuevo paradigma bélico que combina ciberataques, sabotajes criminales y enjambres robóticos para atacar infraestructura crítica

Cómo cambiaron las guerras en la era de los drones y por qué la OTAN exige más dinero a sus socios

 



Fuente: infobae.com

Los líderes de la OTAN se preparan para aprobar un aumento significativo en el gasto militar de sus miembros, elevando el objetivo del 2% al 5% del PIB para 2035, en respuesta a una nueva era de conflictos caracterizada por drones de bajo costo y tecnologías de inteligencia artificial que han transformado radicalmente la naturaleza de la guerra moderna.

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El cambio, que se anunciará en la cumbre de La Haya este miércoles, refleja la urgencia de la alianza por adaptarse a amenazas que van desde enjambres de drones hasta ciberataques, según los expertos en defensa.

“Creo que el mayor reto al que se enfrenta la OTAN en el futuro es la combinación del bajo costo de lanzar oleadas y oleadas de drones de ataque de largo alcance, junto con el rápido ajuste de objetivos mediante IA y ciberataques ofensivos”, explicó Benjamin Jensen, director del Futures Lab y miembro senior del Departamento de Defensa y Seguridad del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, en una entrevista con Reuters.

Una nueva asimetría letal

Ucrania ocultó drones de ataque en Rusia – New York Times 1

Los conflictos en Ucrania y entre Israel e Irán han demostrado cómo la tecnología está redefiniendo los equilibrios militares tradicionales. Jensen destacó que “drones que costarían quizás unos pocos miles de dólares podrían atacar directamente los depósitos de combustible de bombarderos estratégicos de largo alcance”.

“Un dron de mil dólares podría destruir un avión de cien millones de dólares”, añadió, subrayando la nueva asimetría que caracteriza los conflictos modernos.

Esta transformación no se limita a las superpotencias. “Ahora nos encontramos en un momento en el que el costo de construir un enjambre robótico autónomo está al alcance de la mano”, advirtió Jensen. “Los países de ingresos medios, incluso los de ingresos bajos e incluso los grupos extremistas pueden adquirirlo”.

El modelo ruso de guerra híbrida

Militares rusos se entrenan para

Militares rusos se entrenan para manejar drones militares en un lugar no revelado. (Ministerio de Defensa ruso via AP)

Rusia ha desarrollado lo que los expertos llaman un nuevo paradigma de conflicto que combina elementos convencionales y no convencionales. “Rusia ha demostrado que atacará a los Estados miembros de la OTAN con ciberataques en cualquier momento del día”, señaló Jensen.

Moscú también ha innovado en el uso de “grupos criminales como servicio para llevar a cabo sabotajes”, una táctica que Jensen considera central en una futura confrontación con la OTAN.

“Cuando imagino un futuro ataque ruso contra los Estados miembros de la OTAN, creo que será una mezcla de esa actividad criminal en la zona gris, cibernética, y que su objetivo será abrir la puerta a una oleada de misiles Sahed y de crucero de largo alcance”, explicó.

El nuevo objetivo de gasto

Los reservistas alemanes realizan prácticas

Los reservistas alemanes realizan prácticas de tiro en los cuarteles de Beelitz, cerca de Berlín, Alemania (REUTERS/Nadja Wohlleben/archivo)

El aumento del objetivo de gasto al 5% del PIB reflejará esta nueva realidad. Los países miembros deberán destinar 3.5% de su PIB a defensa tradicional —tropas y armamento— y un adicional 1.5% a inversiones en seguridad más amplias, incluyendo la adaptación de infraestructura civil para uso militar, ciberseguridad y protección de oleoductos energéticos.

En 2024, los países de la OTAN gastaron más de 1.3 billones de dólares en defensa básica. Si todos hubieran alcanzado el objetivo del 3.5% del PIB, el gasto habría ascendido a aproximadamente 1.75 billones de dólares.

Sin embargo, no todos los miembros están completamente alineados. El primer ministro español Pedro Sánchez ha dicho que su país puede cumplir sus objetivos de capacidad militar gastando solo el 2.1% del PIB, aunque funcionarios de la OTAN insisten en que España deberá aumentar su inversión si no logra cumplir los objetivos militares establecidos.

Reino Unido, en cambio, ha anunciado lo que el primer ministro Keir Starmer describió como “el mayor aumento sostenido en el gasto de defensa británico desde el final de la Guerra Fría”, enfocándose en drones y guerra digital en lugar de ejércitos más grandes.

Comparación internacional

Miembros de la Armada china

Miembros de la Armada china participan en el ejercicio conjunto de las Armadas de Irán, China y Rusia en el golfo de Omán, Irán, el 12 de marzo de 2025. (Ejército iraní/WANA/Reuters)

El nuevo objetivo de la OTAN contrasta marcadamente con los patrones de gasto globales. Rusia aumentó su gasto militar en 38% en 2024, alcanzando aproximadamente 149.000 millones de dólares y el 7.1% del PIB, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI).

China, el segundo mayor gastador militar mundial, dedicó un estimado 1.7% del PIB al gasto militar el año pasado.

“Más drones y más robots que personas”

Un soldado ucraniano prepara un

Un soldado ucraniano prepara un dron FPV para volar en una posición cercana a la ciudad de Kupiansk, situada en primera línea, en la región de Kharkiv. (REUTERS/Viacheslav Ratynskyi)

Jensen anticipó cambios estructurales profundos en la organización militar de la alianza. “En el caso ideal, tendríamos brigadas completas de drones de la OTAN como las que vemos en Ucrania, pero quizá tripuladas por un batallón o grupo de combate multinacional”, propuso.

El experto también sugirió la necesidad de desarrollar “algo parecido a la Cúpula Dorada de la OTAN” y avanzar hacia “un mayor grado de interoperabilidad, de modo que no solo podamos intercambiar combustible y municiones, sino que tengamos parámetros de diseño comunes”.

“Cuando miro al futuro de la OTAN, veo más drones, más robots que personas”, concluyó Jensen, resumiendo una transformación que ya está en marcha y que el nuevo objetivo de gasto pretende acelerar.

La cumbre de La Haya marcará así un punto de inflexión en la adaptación de la alianza atlántica a una era donde la tecnología redefine no solo cómo se libran las guerras, sino quién puede librarlas.