Compromiso urgente


Llamamiento ciudadano por la reconstrucción democrática de Bolivia

Bolivia se encuentra al borde de un colapso institucional sin precedentes. El Estado ha dejado de cumplir sus funciones esenciales: garantizar derechos, impartir justicia, propiciar el desarrollo y asegurar la estabilidad económica. Esta descomposición se ha visto agravada por una abierta subversión que pretende interrumpir no solo el proceso electoral, sino también la alternancia democrática, al exigir la renuncia del presidente constitucional.



Sectores afines a Evo Morales han iniciado bloqueos en diversas regiones del país, exigiendo su habilitación como candidato presidencial, pese a las restricciones legales que lo inhabilitan. Estas acciones han sido calificadas por autoridades gubernamentales como intentos de desestabilización y amenazas de golpe de Estado.

Es crucial diferenciar entre las legítimas protestas ciudadanas, motivadas por la crisis económica, y los afanes golpistas que buscan interrumpir el proceso democrático mediante la coacción y la violencia. La democracia boliviana enfrenta desafíos severos que exigen una respuesta unificada, firme y comprometida por parte de los actores políticos y sociales.

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La economía nacional pende de un hilo. La escasez de divisas, la vulnerabilidad financiera, la caída de la inversión y la amenaza constante de conflictos agravan un escenario ya precario. Por ello, la responsabilidad política debe incluir la preservación de condiciones mínimas que eviten un colapso económico, garanticen la continuidad de las actividades productivas esenciales, protejan el abastecimiento de alimentos y combustibles, eviten medidas fiscales temerarias y preserven la estabilidad del sistema bancario. No se trata de imponer recetas, sino de actuar con sensatez y responsabilidad, al menos hasta que un nuevo gobierno pueda adoptar decisiones estructurales. Ninguna transición democrática será viable en un país devastado.