La Casa Rosada estrenó hoy el Consejo de Mayo, pero las verdaderas decisiones la están abordando otros ministerios. Las reformas laboral e impositiva, el juego de alianzas y las tensiones con la oposición que marcarán la segunda parte de la gestión libertaria.
Por Julián Alvez
Fuente: Infobae
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La Casa Rosada lanzó este martes el Consejo de Mayo, un cuerpo de representantes de la política, los sindicatos y el empresariado que pretende establecer una suerte de consenso sobre políticas o reformas de largo plazo, las cuales Javier Milei quiere poner en discusión en el Congreso Nacional a partir del próximo recambio legislativo, en diciembre de este año.
Aunque ese ámbito pretende ser un espacio de consenso y discusión de políticas públicas, lo cierto es que las iniciativas estarán fuertemente condicionadas a los deseos de la Casa Rosada, que ya las está formulando. En rigor, el Gobierno las considera tan sensibles que prefirió no hacer grandes revelaciones sobre cómo podrían ser.
Se trata de asuntos más complejos que forman parte de una nueva “generación” de paquetes estructurales contemplados por Milei. En esta están abarcadas la reforma laboral, la impositiva y la previsional, aunque hay muchas más en carpeta.
De estas tres, la previsional será la última que se pueda implementar, incluso podría no bastar el año próximo. “Para la previsional no te dan los tiempos del mercado laboral para llegar al 2026″, afirma a Infobae una fuente inobjetable de la Casa de Gobierno.
En rigor, los pocos funcionarios que se encargan de establecer la hoja de ruta para las próximas iniciativas del Gobierno marcan que una vez que se dé el recambio legislativo -lo que permitirá que La Libertad Avanza controle más bancas tanto en Diputados como en el Senado-, las primeras reformas que deben presentarse son la laboral y la impositiva.
El Gobierno considera que ambas están estrechamente relacionadas en bajar costos para la generación de empleo.
“Las dos son fundamentales para reducir los incentivos de emplear a una persona de manera informal. Acá lo que hay que hacer es aumentar la torta de contribuyentes”, afirma un altísimo estratega libertario. El Presidente ha afirmado en público y en privado que lo que primero tiene que lograr el Gobierno es “achicar mucho la informalidad”.
Los máximos de la informalidad laboral se dieron en el tercer trimestre del 2024, cuando el relevamiento de INDEC sobre 31 aglomerados urbanos arrojó que esa tasa estaba en torno al 42,6%. En el trimestre posterior (el último dato disponible) ese número disminuyó a 42%. Por su parte, la desocupación, otro de los indicadores clave del mercado laboral, consignó una suba de 1,5 puntos porcentuales durante el primer trimestre de 2025, llegando a 7,9%.
La reforma laboral está hoy en día en manos de tres ministerios: Capital Humano (que tiene dentro suyo la Secretaría de Trabajo, liderada por Julio Cordero), Economía y Desregulación. Es decir, la coordinación mancomunada de los ministros Sandra Pettovello, Luis Caputo y Federico Sturzenegger.
Sturzenegger es uno de quienes integra el Consejo de Mayo, que tiene como uno de sus pares al titular de la UOCRA y secretario de la CGT, Gerardo Martínez. Esta mañana, en diálogo con la prensa acreditada en Casa Rosada, el representante de los sindicatos aseguró que la reforma laboral haya sido parte de la conversación con el Gobierno.
“La CGT va a traer su propuesta y tendremos la posibilidad de ser escuchados”, afirmó. Al lado suyo estaba Martín Rappallini, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), quien se mostró abierto a dialogar con la central obrera y alentó la necesidad de que conversen modificaciones sobre los convenios colectivos de trabajo. “Seguramente todos entienden que hay que ir modernizando cada rama de actividad. En otros países hay modificaciones anuales o bianuales de todas las condiciones laborales y nosotros tenemos una mayor rigidez”, afirmó a Infobae.
El Presidente ya habló sobre la modernización laboral en su último reportaje ante LN+. “De hecho, nosotros ya hemos avanzado, ahora tienen la potestad de poder negociar entre las partes. Ya hicimos 2500 reformas, ahora nosotros vamos a seguir haciendo más hasta convertirnos en el país más libre del Planeta Tierra”, indicó.
Pero reconoció que en la secuencialidad de la hoja de ruta libertaria todavía le siguen varios pasos que no son instantáneos. “Dicho eso, también tenemos que pasar estas por el Congreso, para algunas tengo músculo, para otras no. Pero también lo que veo es que… no sé, tenés que hacer, por decir algo, mil reformas, hiciste 999 y la importante es la que te falta. A los gobiernos no peronistas se les exige más”.
La importancia de las reformas viene por los gestos que el Gobierno viene haciéndole al mercado con todas las medidas que se han ido implementando en este año y medio que Milei lleva en el poder. En rigor, los analistas financieros analizan esta cuestión y, sobre todo, cuáles son las adhesiones políticas que consigue tener el Gobierno para poder sancionarlas en el Congreso.
En la sesión de Diputados en la que se dio media sanción al aumento jubilatorio y de discapacidad, el Gobierno miró con especial énfasis las abstenciones que marcaron nueve legisladores que le siguen respondiendo a Mauricio Macri. De repetirse aquello al momento de un veto presidencial, a la Casa Rosada se le complicarían los números para sostenerlo. “Nos llegó el mensaje de Mauricio”, reconoce un importante operador del Gobierno, enmarcándolo en las negociaciones por las listas electorales.
Esto es trasladable a la actitud similar que tuvieron otros gobernadores que en instancias similares colaboraron fielmente con el Gobierno. Lo cual no se produce linealmente por la menor transferencia de fondos desde Nación: sino porque La Libertad Avanza está disputando el territorio de los gobernadores para estas elecciones. Esto encubre una diferencia de criterios desde dos sectores del Gobierno.
Si Javier y Karina Milei son los principales accionistas del proyecto libertario en su conjunto, la administración gubernamental descansa mayormente en el asesor presidencial Santiago Caputo, mientras que la partidaria en Martín y Eduardo “Lule” Menem. En un principio se pudo haber visto como algo que estaba escindido, pero en el caputismo ahora insisten que ambas tienen una ligazón clave y que determina los objetivos del Gobierno.
“Ahora lo partidario ahora termina siendo clave en lo gubernamental. Son gobernadores que nos ponemos del orto por competirles por cargos provinciales, cuando lo que nosotros necesitamos es garantizarnos los votos en el Congreso el año próximo”, afirma una fuente inobjetable. De alguna manera, aquel razonamiento sintetiza una de las internas de poder más importantes que tiene al día de hoy la atmósfera libertaria.