Luego del banderazo en el Cristo Redentor, los hinchas albiverdes se trasladaron a la plaza 24 de Septiembre para seguir el clásico cruceño en una pantalla gigante. El desenlace no fue el esperado.
Fuente: eldeber.com.bo
La ilusión era grande, pero el resultado final dejó un sabor amargo. Luego del multitudinario banderazo en el Cristo Redentor, los hinchas de Oriente Petrolero se trasladaron a la plaza 24 de Septiembre para vivir el clásico cruceño en una pantalla gigante. Sin embargo, la fiesta terminó sin celebración.
Blooming se quedó con el clásico 203 tras imponerse por 2-1. Oriente se había adelantado con un gol de penal de Ricardo Centurión, pero la academia celeste remontó con tantos de Marc Enoumbá y Samuel Garzón, silenciando la esperanza verdolaga en pleno centro cruceño.
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Cientos de hinchas se congregaron en la plaza principal con camisetas, banderas y cánticos. El ambiente fue festivo desde temprano, con familias enteras alentando a su equipo y esperando una victoria que se les niega desde hace casi mil días.
Una de las figuras destacadas del evento fue Gustavo Gutiérrez, presidente del club, quien llegó acompañado de su familia para compartir el momento con los simpatizantes. Su presencia generó cercanía con la hinchada, aunque el desenlace del encuentro impidió cualquier festejo.
El resultado no solo frustró la jornada de los fanáticos en la ‘24’, sino que también prolongó la racha negativa frente a su clásico rival. La espera continúa, mientras la fe del hincha albiverde sigue intacta, con la esperanza de que el próximo clásico tenga un final diferente.