El buque será trasladado a un astillero en el puerto de Rajin, donde las reparaciones podrían extenderse entre siete y diez días
El régimen de Kim Jong-un reflotó su nuevo destructor tras la fallida botadura que provocó purgas, castigos y la furia del dictador (AP)
Fuente: infobae.com
El régimen de Corea del Norte reflotó y amarró en el puerto de Chongjin su nuevo destructor, luego de que se hundiera parcialmente durante una ceremonia de lanzamiento fallida a fines de mayo. El incidente generó una violenta reacción del dictador Kim Jong-un, quien lo calificó como un “acto criminal” y ordenó castigos ejemplares contra los responsables, además de exigir la reparación total del buque antes de un congreso partidario clave.
La información fue difundida por la agencia de propaganda norcoreana KCNA. No obstante, imágenes satelitales verificadas por el sitio especializado 38North y evaluaciones del ejército surcoreano confirmaron que el barco fue puesto nuevamente en posición vertical dentro del puerto.
El siguiente paso será el traslado del destructor a un astillero en el puerto de Rajin, donde las reparaciones podrían extenderse entre siete y diez días. Un equipo de técnicos afines al régimen examina el casco para valorar los daños.
Según la propaganda oficial, el “restablecimiento perfecto” del buque debe completarse sin fallas antes de una importante cita política del régimen. Así lo expresó Jo Chun Ryong, alto funcionario del Partido de los Trabajadores, quien dejó en claro que se trata de una orden directa del dictador norcoreano.
El buque será trasladado a un astillero en Rajin para completar las reparaciones en tiempo récord (AP)
El accidente expuso no solo fallos técnicos en la industria militar del país, sino también las brutales consecuencias que enfrentan quienes cometen errores bajo el régimen de Kim. Según medios estatales, al menos cuatro funcionarios fueron detenidos, entre ellos el vicedirector del Departamento de Industria de Municiones del Partido. Las autoridades los acusan de un “acto criminal imperdonable” y podrían enfrentar penas extremas.
Desde Seúl, el portavoz del Estado Mayor Conjunto, Lee Sung Joon, explicó que “los norcoreanos enderezaron el barco esta semana y estarían realizando operaciones de drenaje y evaluación de daños”. Agregó que la duración de las reparaciones dependerá de si hay afectación en partes críticas como la quilla, esencial para la estabilidad del buque.
El destructor accidentado es el segundo conocido de Corea del Norte. El primero fue presentado en abril en el puerto de Nampo, en un evento que incluyó pruebas con misiles supervisadas por Kim. Se trata de buques con capacidad nuclear, diseñados para portar misiles balísticos y de crucero, además de sistemas antiaéreos y antibuque.
A pesar de que su marina es tecnológicamente inferior a la de sus rivales, el régimen busca desesperadamente modernizar su armada para fortalecer su capacidad de disuasión y extender su rango ofensivo.
Expertos surcoreanos creen que el nuevo destructor fue construido con asistencia rusa, en el marco de la alianza militar que ambos países han intensificado desde la invasión de Ucrania. Corea del Norte ha enviado a Rusia miles de proyectiles, misiles balísticos y posiblemente personal militar, a cambio de posibles transferencias tecnológicas que elevarían la amenaza del régimen.
El primer destructor fue presentado con bombos y platillos; el segundo terminó siendo un bochorno propagandístico (AP)
Kim justifica su programa armamentístico en la supuesta amenaza que representan Estados Unidos y Corea del Sur. Mientras reprime a su población con mano de hierro y mantiene a millones en la pobreza, insiste en avanzar hacia el desarrollo de un submarino nuclear, como próximo paso de su plan de militarización.