“Todo lo que sea guerra sucia lo estamos controlando, y valga la pena informarle también a la ciudadanía (que) hemos formado un acuerdo, en realidad, con un grupo de instituciones que yo las considero muy importantes”, informó el vocal Ávila esta mañana.
El vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE) Gustavo Ávila habla esta mañana con medios en La Paz. Foto: Brújula Digital
Fuente: Brújula Digital
El vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE) Gustavo Ávila informó que este ente suscribió acuerdos con algunas instituciones para realizar un monitoreo y control de la guerra sucia entre las fuerzas políticas y candidatos inscritos para las elecciones generales del 17 de agosto.
“Todo lo que sea guerra sucia lo estamos controlando, y valga la pena informarle también a la ciudadanía (que) hemos formado un acuerdo, en realidad, con un grupo de instituciones que yo las considero muy importantes. Por ejemplo, como Chequea Bolivia, Bolivia Verifica, etcétera”, informó Ávila esta mañana.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Indicó que con las entidades se trabajará para luchar contra la desinformación, noticias falsas y campañas de desprestigio.
Ávila se refirió al tema al ser consultado sobre los primeros atisbos de guerra sucia entre las alianzas Unidad y Libre.
Propagandas
En el caso de la propaganda electoral, el vocal indicó que están autorizadas recién desde la primera semana de julio por lo que una vez se entre a esta etapa, el TSE realizará los controles.
“Ahí nosotros vamos a empezar a controlar lo que es la propaganda en todos los medios de comunicación: digitales, radiales, televisivos, impresos, etcétera, porque la norma nos exige eso “, afirmó.
Ávila explicó que, una vez se identifica que una propaganda o campaña vulnera derechos políticos el caso se remitirá de inmediato al juez electoral.
Añadió que cualquier ciudadano que lo considere también puede presentar una denuncia.
Según el Reglamento de Propaganda y Campaña Electoral para las elecciones generales, emitido por el TSE, se entiende por guerra sucia el uso de estrategias desleales, engañosas o ilegales destinadas a perjudicar a un candidato u organización política. Entre las tácticas más comunes figuran la difamación, la difusión de noticias falsas y la manipulación de información en redes sociales.
El reglamento establece que las organizaciones políticas, alianzas o candidatos que difundan material o contenido que promueva mensajes de odio, discriminación, racismo, misoginia, xenofobia, guerra sucia en elecciones o desinformación electoral serán sancionados con la suspensión de la difusión del contenido, la obligación de rectificar la información y la remisión de antecedentes al Ministerio Público, según corresponda.
BD/AGT/JA