Guido Añez Moscoso
Al analizar la encuesta presentada por el diario El Deber, la que considero seria, al igual que la de Red Uno y Unitel, no me voy a referir a los porcentajes de votos de los candidatos, ya que las candidaturas nos están acostumbrando en cada elección a reaccionar de la misma manera, sin profundizar los análisis, los que están primeros celebran, los que creían que estaban primeros y están segundos o en otros puestos, desacreditan la encuesta u optan por la cómoda frase » No comentamos encuestas» otros candidatos que están muy bajos o no aparecen cuestionan todo, la metodología, la empresa, el medio que la pública y lanzan todo tipo de adjetivos calificativos descalificando la encuesta.
Quiero centrarme esta vez en el cuadro que más me ha impactado de todos, ese en el que le preguntan al elector. ¿Usted está decidido y seguro de su voto? 42.3% responde SI…Usted podría cambiar su voto? SI responde el 57.7% de los votantes. QUIERE DECIR QUE 6 DE CADA 10 BOLIVIANOS PUEDE CAMBIAR SU VOTO.
El voto duro es prácticamente inexistente, la crisis del MAS, la personalización de los partidos, la presentación de los candidatos como un producto más, la priorización de las campañas electorales en la personalidad del candidato más que en el programa, nos está llevando a esta situación.
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Y es que la creencia de que es posible democracia sin organizaciones políticas estables y consolidadas, nos está pasando la factura en época electoral, y no las puede pasar en el próximo gobierno. Las experiencias en el mundo, con la primavera Árabe, el 15 M en España y también en Bolivia de querer organizar gobiernos sin partidos no han sobrevivido, han sido catastróficas.
Las emociones y el fanatismo como estrategia electoral, puede tener un efecto positivo inicial, pero al final puede volverse un efecto boomerang frente a la candidatura que se sobre expone a esta estrategia.
Estamos frente a una elección totalmente abierta e incierta a menos de dos meses de su celebración, con varios peligros inminentes, ya que la ubicación de los candidatos se va repitiendo en casi todas las encuestas.
Eso puede provocar que toda la artillería y ataques se concentren en el candidato democrático que está encabezando las encuestas y al no haber un voto duro consolidado, estos ataques provoquen la desacreditación del atacado o la caída del atacador.
En crisis económica esta estrategia, de atacar de manera inmisericorde al primero es contraproducente, ya que provocan desilusión o la abstención electoral.
Normalmente en campañas electorales, los asesores de campaña, aconsejan, como ellos no tienen nada que perder, destrozar al rival.
Pareciera un contrasentido, pero en esta elección, quien tiene más posibilidad de conseguir un voto útil es Andrónico y eso lo puede elevar al primer lugar y asegurar o la presidencia en primera vuelta o la seguridad de pasar a la segunda vuelta, esto porque esa Bolivia delincuencial creado por el MAS en el gobierno, va a votar defendiendo el narco estado y los privilegios y negocios corruptos que han tenido y tienen en los últimos años, a esto hay que sumarle el voto identitario, el fraude sistémico. lo bolsones donde la oposición no va a entrar a hacer campaña ni va a controlar la votación
Todavía estamos a tiempo de que las candidaturas democráticas sin posibilidades, se bajen, es que lo único cierto de todas las encuestas es que esta elección será de tres candidaturas en campaña seria, y si la gente al final opta por un voto inteligente, puede ser de dos, y los otros candidatos deberían llegar a acuerdos con quien tenga más posibilidades de recuperar la democracia y la libertad, y no pasen a la historia como cómplices de consolidar la dictadura en nuestra patria.
Si recuperamos la democracia, tendrán tiempo de volver a ser candidatos con éxito, si la dictadura se consolida, les espera el exilio, la cárcel, o el humillante papel de ser funcionales a la dictadura.
¡VOLVEREMOS Y VENCEREMOS!!!!VIVA BOLIVIA LIBRE!!!!
Fuente: eju.tv