El maíz es un insumo esencial para el sector pecuario. Foto: Archivo.
Por Daniel Zenteno
La subvención de alimentos es una de las principales políticas del Gobierno. Por ello, en los últimos siete años las entregas de maíz subvencionado se cuadriplicaron, pasando de 32.122 toneladas en 2017 a 140.000 en 2024, un incremento del 355%.
A través de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), el Gobierno ha consolidado esta medida como un pilar del sostenimiento de los costos de productos básicos como la carne de pollo, el huevo y sus derivados, que dependen directamente del acceso al grano como insumo de alimentación para aves y ganado.
“El Estado también interviene en la subvención para el alimento del pollo, la carne, el huevo, la leche y la carne de cerdo. Para ese objetivo, el Estado acopia grano, en este caso, el alimento principal para el sector pecuario y este grano lo distribuye a precios subvencionados”, explicó el gerente general de Emapa, Franklin Flores.
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De acuerdo con el funcionario, en la gestión 2024, y hasta ahora, Emapa acopia el quintal de maíz a Bs 115 y lo comercializa a los productores a Bs 70, Bs 75 en el departamento de Santa Cruz, debido al excedente en esta región.
Según los datos de Flores, la entrega de maíz subvencionado alcanzó su pico histórico en 2022, con más de 166.000 toneladas y un gasto de Bs 204 millones. Sin embargo, la segunda mayor asignación se dio en 2024, cuando se entregaron 140.000 toneladas del grano —equivalentes a más de 3 millones de quintales— a un precio fijo de Bs 70 el quintal, representando un desembolso de Bs 262 millones en esa gestión.
En lo que va de 2025, hasta abril ya se han destinado más de 73.000 toneladas con un subsidio proyectado de Bs 268 millones si se mantiene la tendencia actual.
El maíz es el alimento base en el sector pecuario, especialmente en la crianza de pollos, cerdos y en menor medida ganado bovino. Su precio impacta directamente en los costos de producción de carne blanca y huevos, productos de alto consumo en el día a día.
En tiempos de inflación, como el actual, este subsidio representa una herramienta crucial para evitar un mayor deterioro del poder adquisitivo de las familias.
Flores explicó que la lógica de la subvención es simple: se entrega el maíz a precios por debajo del valor de mercado para reducir los costos de los productores pecuarios, quienes, a su vez, pueden mantener precios competitivos para el consumidor final. Sin esta medida, el precio del quintal de maíz podría superar los Bs 100, encareciendo los productos finales para la población boliviana.
Los datos reflejan también un crecimiento exponencial en la cantidad de productores beneficiados. Mientras que en 2020 apenas 96 recibieron maíz subvencionado, para 2024 ese número superó los 2.700 productores, y solo en el primer trimestre de 2025 ya se registran 2.000 beneficiarios. Esto demuestra un fortalecimiento en la cobertura del programa y en la articulación entre el Estado y el sector agropecuario.
A lo largo de los años, la subvención tuvo variaciones importantes. En 2017, se entregaron apenas 32.000 toneladas, cifra que se multiplicó casi por cinco hasta alcanzar su pico en 2022. Si bien en 2023 hubo una drástica reducción a 44.768 toneladas, el repunte en 2024 evidencia un intento del Estado por sostener el sistema de producción alimentaria, en medio de las presiones económicas.
El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores, informó que esta gestión la producción de maíz fue un 26% mejor que los resultados de la gestión anterior.
Por ello, hasta finales de abril de 2025 se entregaron 73.000 toneladas, lo que indica que en esta gestión se podrían superar todos los rércords en entrega de maíz.
En ese sentido, el gerente de Emapa pidió al sector pecuario “ser serios”, para mantener los precios de los productos bajos.
Flores dijo que mantendrán reuniones para conocer cuánto cuesta el engorde de los animales.
Fuente: La Razón