A escasos 60 días del bicentenario de fundación, de la que en vida fue, República de Bolivia y a 70 días de la realización de las elecciones presidenciales del Estado Plurinacional y multilingüe que la suplantó, son alarmantes los acontecimientos políticos, económicos y sociales que amenazan conducirnos por el derrotero del más triste y trágico destino, que los bolivianos hayamos vivido en estos 200 años.
Tales afirmaciones se sustentan en el propio anuncio del presidente del Estado, en sentido de que su gobierno presentará una denuncia internacional por el insólito ataque perpetrado por seguidores del exmandatario Evo Morales, contra una ambulancia que transportaba personal de salud y policías heridos, durante los disturbios ocurridos en el puente Khora, en la región central de Cochabamba, la cual fue volteada e incendiada y sus ocupantes agredidos y forzados a salir, incluidos el conductor, una doctora y una enfermera. Afortunadamente, una segunda ambulancia logró rescatar a las víctimas.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Tales actos de barbarie, penados hasta por las leyes que rigen aquellos cometidos en medio de una guerra, han motivado que hasta la misma Fiscalía de Distrito de Cochabamba ordene el repliegue de los fiscales del Chapare.
Si bien este abuso e intolerancia generado por los bloqueos está generando el desabastecimiento y el encarecimiento de los productos básicos de la canasta familiar, además de vulnerar el derecho sagrado de libre locomoción de la ciudadanía, no es menos cierto que dicha infamia apunta indiscutiblemente a quien pretende interrumpir el proceso electoral, como una estrategia para participar de dicho evento, lo cual le está prohibido, por estar legítimamente inhabilitado para ello.
Es más, tal estrategia, hoy en caída libre, es similar a aquella que está planteada en los países de la región, que implantaron el castrochavismo comunistoide a través de los famosos Foros de Sao Paulo y ahora de Puebla, utilizando el hábil recurso de las elecciones democráticas; Hoy vemos que muchos de estos países tratan de librarse de las garras de esta inútil ideología, por su torpe y corrupto manejo de la cosa pública, que se hizo cada vez más evidente en países como Cuba, Venezuela, Argentina, Colombia, Brasil, Paraguay, Ecuador, Bolivia etc.
Empero, una vez que se vieron descubiertos y que los pueblos ya no confiaban en ellos, la democracia del voto ya no les sirve, entonces decidieron cambiar de táctica y, como en Venezuela (la pobre vaca lechera que subvino parte de este millonario invento durante un cuarto de siglo), volvieron a su antiguo método de violencia y crimen, para alcanzar sus objetivos. Pese a haber perdido las últimas elecciones, por un 70% de los votos que obtuvo la oposición, simplemente decidieron quedarse, encarcelando y torturando a quien no estuviese de acuerdo.
Hace unos días atentaron contra la vida del senador y candidato a la presidencia de Colombia, Miguel Uribe Turbay, en un suceso parecido al del Ecuador , donde también fue acribillado el candidato a la presidencia, Fernando Villavicencio, crimen que más tarde no detuvo, sin embargo, la victoria del joven empresario Daniel Noboa.
Según Morales, esta semana es decisiva en Bolivia, donde se juega el pueblo versus el imperio o el imperio versus el pueblo. Sus movilizaciones no son sólo por la economía, ya que guardan una enorme similitud con los siniestros métodos señalados líneas arriba, cuando amenaza abiertamente al comandante de la Novena División de Ejército, Oscar Jaramillo, de la misma forma como hicieron con el comandante del Regimiento Manchego. Tales líneas de conducta, nos conducirán inevitablemente a la alternativa de optar por el Federalismo, o al igual que la antigua Yugoeslavia, tener que sufrir la Balcanización de Bolivia.