El especialista en criminalística Cristian Sánchez, señaló que el crimen muestra una ejecución meticulosa y planificada, cometida dentro de una instalación militar supuestamente segura.
Charles Muñoz Flores
Fuente: Red Uno
A más de 72 horas del asesinato del coronel Juan Javier Soliz Cáceres, comandante del Regimiento Manchego – Satinadores de la Selva en Montero, las investigaciones continúan sin avances significativos. Soliz fue encontrado muerto con disparos de arma de fuego en la nuca dentro de una vivienda militar, un hecho que ha provocado conmoción en todo el país y serias críticas hacia la Fiscalía y los órganos de investigación.
El abogado penalista y especialista en criminalística Cristian Sánchez fue tajante durante su análisis en el programa El Mañanero:
“Si en los próximos tres a cuatro días no se tiene alguna aprehensión efectiva o significativa en este caso, finalmente va a quedar en la impunidad y en la incertidumbre.”
Sánchez, con amplia experiencia en análisis forense, señaló que el crimen muestra una ejecución meticulosa y planificada, cometida dentro de una instalación militar supuestamente segura. “Estamos hablando de un homicidio, incluso asesinato, ejecutado por alguien con acceso directo al recinto, que luego huyó sin dejar rastros claros”, advirtió.
La hipótesis más fuerte sugiere que el crimen ocurrió luego de una reunión del coronel con otros altos mandos. Sin embargo, aún no se determina si se trató de una venganza personal, un conflicto institucional o incluso un encargo vinculado a temas políticos o militares.
La falta de precisión en los actos investigativos ha generado alarma entre especialistas. Para el abogado, se está investigando lo obvio: que hubo un crimen, que el atacante conocía el lugar, y que se usó un arma de fuego. “Lo que no se está investigando —y es lo más urgente— son los motivos, los vínculos y los autores materiales e intelectuales”, añadió.
Otro punto crítico es la aparente vulneración de los anillos de seguridad de la unidad militar. Según Sánchez, “una persona civil no puede ingresar armada a un recinto de estas características sin ayuda o complicidad. Aquí pudo haber más de un participante, incluso alguien que facilitó la fuga”.
La posibilidad de una ejecución planificada, con una vía de escape y apoyo logístico, refuerza la hipótesis de una operación interna o al menos con conocimiento detallado del entorno. Las cámaras de seguridad, aún no mencionadas oficialmente, podrían jugar un rol crucial si existen registros del momento del crimen o de la huida.
“Todo esto es muy llamativo, muy oscuro. Insisto: si en tres días no hay resultados, este crimen quedará impune”, concluyó el abogado penalista.