La localidad minera de Llallagua, en Potosí, escenario ayer, martes, de violentos ataques de los bloqueadores afines a Evo Morales contra la población, amaneció este miércoles en tensa calma, con clases virtuales y en alerta ante otra manifestación de los “evistas” en la localidad de Uncía. La arremetida de los seguidores del exmandatario dejó en la víspera más de 30 heridos.
Los distritos escolares de Uncía y Llallagua mantienen la modalidad virtual esta jornada para precautelar la seguridad de estudiantes y maestros.
“Por los acontecimientos que han ocurrido, el enfrentamiento. Todavía es tensa (la situación) en la ciudad intermedia de Llallagua. Por consiguiente, vamos a mantener la virtualidad en Llallagua. Pero también estamos determinando la modalidad a distancia en Uncía”, expresó anoche el director departamental de Educación, Javier Ortega.
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Para esta jornada, se prevé tener una marcha en Uncía, de parte de los bloqueadores del sector de lagunillas.
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#Sociedad | Vuelve la tensión a #Llallagua, a está hora de la noche se registran enfretamientos.
Vía: Potosí Digital pic.twitter.com/Tar9LFSJrO
— Contacto Bolivia (@ContBolivia) June 11, 2025
La población sufre, además de un desabastecimiento de alimentos, por ello vecinos, transportistas y comerciantes, agobiados el corte total en el suministro de combustible, gas y alimentos, que llevaba ya una semana, decidieron salir a las calles para desbloquear la ruta que permanecía cerrada por grupos afines a Evo Morales.
Ayer, y como narra El Potosí, la paz social fue quebrada la jornada por gritos de auxilio, estallidos de petardos, explosiones de dinamita y hasta por el uso de arma de fuego. En las calles polvorientas del municipio potosino, lo que comenzó como una movilización vecinal para levantar un bloqueo, terminó en un violento enfrentamiento que dejó más de 30 personas heridas y una tensión que aún no cede.
Anoche, los enfrentamientos se calmaron, pero no la incertidumbre. La población permanece organizada, mientras la Policía refuerza su presencia en la zona y el Gobierno anuncia operativos para restablecer el orden.
Los habitantes armaron barricadas en las esquinas de las calles como modo de protección y contención por si los radicales pretendan ingresar nuevamente a la zona urbana. Las personas usaron calaminas, palos, ladrillos, y otros materiales de construcción para precautelar sus casas, negocios y otros centros comerciales, que en horas de la tarde fueron saqueados por los manifestantes.
Al menos cinco puntos de bloqueo permanecen instalados por los “evistas” en la carretera Jaime Mendoza. Los bloqueos están en las carreteras que conectan Potosí con Sucre y Oruro.
El Gobierno Municipal de Llallagua solicitó la militarización del municipio y las zonas aledañas a Catavi y Siglo XX. A través de una carta dirigida al Regimiento RI 21 Illimani, la Alcaldía pidió la intervención de las Fuerzas Armadas para frenar la escalada de violencia.