El comandante del regimiento Manchego murió con un disparo en la cabeza cuando llegaba a su domicilio, ubicado al interior del cuartel.
Fuente: Unitel
A tres días del asesinato del comandante del Regimiento Manchego de Montero, Juan Javier Soliz Cáceres, todavía no se logró dar con los autores del hecho ni se conocen los móviles, por lo que la Fiscalía convocó a más personas e intensificó las investigaciones.
Soliz falleció por un disparo de un arma de fuego, una pistola de 9mm, cuando se dirigía a su vivienda militar, que está dentro del Regimiento. Los centinelas que estaban de guardia señalaron que no vieron ni oyeron nada.
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El regimiento Manchego.
El fiscal del caso, Alberto Lafuente, informó que ya se han tomado declaraciones de los guardias, personal de salud y civiles que estaban en la unidad, pero que se convocará a más personas porque aún no se conocen los móviles del hecho.
“Hemos trabajado de manera ardua, entre día y noche, se ha tomado declaraciones a personal médico, centinelas, a sus camaradas”, dijo.
Aún no se sabe si se trata de un conflicto interno de la unidad, un tema sentimental o un conflicto externo, por lo que se manejan varias hipótesis.
“Estamos indagando el móvil, tenemos varias hipótesis, pero seguimos trabajando”, afirmó el fiscal a tiempo de señalar que “se ampliará la toma de declaraciones las siguientes horas.
El hecho ha generado dudas sobre los controles y la seguridad dentro de la unidad militar, la más grande y una de las más vigiladas de la región.
Soliz estaba en el cargo desde hace seis meses y su anterior cargo era en el liceo militar de Sucre.
Según la fiscalía, no se conoce que haya tenido conflictos o antecedentes.