Los tres agujeros negros supermasivos fueron descubiertos gracias al intenso brillo emitido cuando se alimentan de una estrella. Este tipo de hallazgos podrían ser más frecuentes y recibieron una nueva categoría.
Fuente: DW
Un amplio grupo de investigadores ha conseguido identificar tres ejemplares de agujeros negros supermasivos mientras devoran estrellas masivas, se detalla en un estudio publicado el miércoles (04.06.2025) por la revista Science Advances.
Los agujeros negros son objetos invisibles para nosotros. La única forma de saber que existen y de conocer su localización es cuando interactúan con otros objetos, como las estrellas.
Gas, polvo y otros objetos son absorbidos por la descomunal fuerza de los agujeros negros, que pueden pasar ocultos durante muchos años, hasta que una estrella se acerca lo suficiente para comenzar a ser devorada.
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Más energía que 100 supernovas
A medida que la materia de una estrella va cayendo al interior de un agujero negro, se genera un brillo de gran intensidad, que revela finalmente su existencia y posición. La estrella no puede escapar –nada puede, ni siquiera la luz–, y finalmente termina por colapsar.
Según un comunicado de la NASA que aborda los recientes hallazgos, los eventos de absorción de estos agujeros negros liberaron más energía que 100 supernovas, y representan el tipo de explosión cósmica más energética desde el big bang descubierta hasta ahora.
Estos agujeros negros supermasivos se encontraban en el centro de una galaxia lejana, hasta que repentinamente «atraparon» a una estrella masiva, entre tres y diez veces más pesada que nuestro Sol, brillando durante varios meses para finalmente destruirla.
Implicaciones para las galaxias anfitrionas
Según la NASA, este tipo de eventos, que generan una gran cantidad de radiación en las galaxias, han sido clasificados en una nueva categoría de acontecimientos cósmicos llamados «transitorios nucleares extremos».
«Estos eventos son la única manera de tener un foco que podamos iluminar en agujeros negros masivos inactivos de otra manera», afirma Jason Hinkle, estudiante graduado en la Universidad de Hawái y autor principal.
Este tipo de registros podrían ayudar a entender más sobre las galaxias anfitrionas y las repercusiones para estas mismas: «Esto tiene implicaciones para los entornos en los que se producen estos eventos. Si las galaxias tienen estos eventos, son importantes para las propias galaxias», agrega el experto.
Una «huella dactilar» de un agujero negro
En el reporte, la agencia espacial detalla que no es sencillo identificar la fuente de la energía lumínica y determinar que se trataba de un agujero negro devorándose una estrella. Pero la forma «en que la luz de rayos X, ultravioleta y óptica se iluminaba y atenuaba con el tiempo era como una huella dactilar que coincidía».
«Lo que me parece tan emocionante de este trabajo es que estamos superando los límites de lo que consideramos los entornos más energéticos del universo», afirma en el informe Anna Payne, científica del Instituto Científico del Telescopio Espacial y coautora del estudio.
Diferencia con otros agujeros negros
Los autores de la investigación plantean que solo el 10 % de los agujeros negros primitivos llevan alimentándose activamente de gas y polvo. Pero ahora, los transitorios nucleares extremos son una forma diferente de encontrar agujeros negros en el universo primitivo.
Los transitorios nucleares extremos emiten la mayor parte de su luz en ultravioleta. Pero a medida que el universo se expande, esta luz se extiende a longitudes de ondas más largas y se desplaza hacia el infrarrojo, ideal para la visualización de los telescopios terrestres.
Por eso, «podemos tomar estos tres objetos como modelo para saber qué buscar en el futuro», concluye la experta Payne.
Editado por Jose Urrejola, con información de la NASA y Science Advances