Mientras las empresas privadas argentinas ya pueden comprar gas directamente a YPFB, el mercado de Brasil se cierra, según un analista: el gas asociado del Presal convierte a Petrobras en un competidor
Raúl Domínguez
Fuente: eldeber.com.bo
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Los mercados del gas natural en Argentina y Brasil están cambiando. Los Estados están dejando en manos de la empresa privada algunos papeles e inversiones que podrían afectar al mercado boliviano, donde impera el modelo keynesiano.
El 12 de junio, YPFB reinició momentáneamente las exportaciones de gas natural a la Argentina, mediante dos contratos interrumpibles con las empresas privadas Trafigura y Gas Meridional. La negociación forma parte del nuevo esquema habilitado por el gobierno argentino, que permite negociar directamente con proveedores extranjeros.
Ambas empresas argentinas acordaron con YPFB la compra del energético bajo la modalidad interrumpible, un cambio de paradigma histórico, porque es la primera vez, en más de 20 años, que el Estado no interviene en el negocio, aunque la estatal Energía Argentina S.A. (Enarsa), aún controla el gasoducto hacia la frontera con Bolivia.
Este cambio obedece a que el Gobierno argentino dispuso que las generadoras térmicas sin contratos de compra-venta de energía (PPA) con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (Cammesa) pudieran adquirir por su cuenta el combustible para operar.
En este caso, dichas operaciones privadas podrían beneficiar a Bolivia. El consultor energético argentino Juan José Carbajales en contacto con EL DEBER explicó que estos cambios obedecen a la denominada “ley ómnibus” —Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos—, que busca implementar reformas donde el sector privado se convierta en el motor de la economía.
“El mercado de gas argentino se va a desarrollar, tiene demanda interna, tiene demanda regional y ahora está con los proyectos GNL. La pregunta es: ¿a qué ritmo se va a desarrollar y cuáles van a ser los destinos?”, expresó Carbajales al referirse al paso trascendental que falta en el vecino país, de “alinear” intereses públicos y privados para lograr los resultados deseados.
El Gobierno argentino tiene sentadas sus esperanzas en los ricos yacimientos gasíferos de Vaca Muerta y quiere convertirse en el mayor proveedor de gas natural del gigante mercado brasileño, que ya ha manifestado sus exigencias por ‘gas en firme’, algo que Argentina aún no está en condiciones de brindar.
Una de las proyecciones más ambiciosas de los dos gigantes sudamericanos es el tendido de un gasoducto de más de 1.000 kilómetros que transporte unos 30 millones de metros cúbicos diarios (MMm3d), pero el costo podría resultar astronómico.
Mientras tanto, ambos países han recurrido a un agregador de gas en tránsito (YPFB), pero Brasil insiste en bajar los actuales costos de transporte que inflan los precios al consumidor final, de alrededor de $us 10 por millón de BTU, lo que resta competitividad a su industria.
¿Brasil se cierra?
Una de cal y otra de arena. El analista energético Álvaro Ríos afirmó que el mercado de Brasil para el gas boliviano “se está cerrando” y que Petrobras ya no es más un comprador de gas boliviano, sino que se ha convertido en un competidor.
“Ha puesto en marcha el gas de la Ronda 13, con casi 20 millones de metros cúbicos, porque vio que la producción en Bolivia comenzaba a declinar y porque no había exploración. Ahora Petrobras, a Bolivia le disminuye y le sube el volumen cuando necesita (gas) y por eso es que Bolivia tiene que ir a exportar a la Argentina, porque eso también impacta la producción de condensado que viene asociado al gas”, consideró.
La “Ronda 13” de Petrobras se refiere a la 13ra. ronda de licitación de bloques de exploración y producción de petróleo y gas en Brasil, realizada en 2015. Esta ronda ofreció 266 bloques, la mayoría costa afuera, que ya está dando primeros frutos con producción de petróleo y gas asociado.
Según Ríos, YPFB está pecando de “inocente, al no darse cuenta que Petrobras ya no es la de hace 20 años atrás, que era el principal demandante del gas boliviano. Ahora Petrobras está interesado en comercializar su gas excedente en el mercado brasileño”, dijo.
El analista agregó que “ojalá” los candidatos presidenciales “se den cuenta” de la gravedad de la situación para la economía boliviana, porque —reiteró— Petrobras se convierte en un competidor del gas boliviano en el mismo mercado brasileño.
Se conoce que son al menos dos tres empresas privadas brasileñas que actualmente sostienen contratos interrumpibles de gas natural con YPFB y otras tres que importan gas argentino a través de Bolivia. El contrato ‘en firme’ GSA por 20 años, que inició en 1999 y terminó en 2019, debe entregar algunos saldos hasta 2027.