Sistemas económicos, programa, y elecciones 2025


 

 



Ante un diluvio de propaganda, discursos, frases, encuestas, etc. de los que pretenden ganar la elección nacional del 17 de agosto del 2025, en fundamental conocer e identificar que un candidato si: dicen lo que es; piensan lo que es y hacen lo que es, es consistente, y si: dice lo que es y con lo que dice que piensa y actúa de manera diferente no hace consistencia.

Para conocer si un candidato a la presidencia es consistente o no es consistente brevemente se describe algunas consideraciones generales sobre sistemas económicos, programa económico, rol de los electores y rol de los candidatos.

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Un sistema económico se define a una estructura o forma de organizar la actividad económica de una sociedad, la producción de bienes y prestación de servicios, gestionando y administrando los recursos de los que se dispone.

En esencia, es la estructura que define cómo se toman las decisiones, sobre qué producir, cómo producirlo y para quién producir, es decir, responder a las preguntas fundamentales sobre la asignación de recursos escasos en una economía.

Los principales tipos de sistemas económicos son la economía de mercado (o capitalismo), la economía planificada (o socialista) y la economía mixta.

Un programa económico es un conjunto de políticas y medidas diseñadas para alcanzar objetivos económicos específicos, como el crecimiento económico, la estabilidad de precios o la reducción de la pobreza.

En una democracia representativa se celebran periódicamente elecciones o comicios nacionales y subnacionales en el que los electores eligen, con su voto, entre una pluralidad de candidatos a quienes ocuparán cargos políticos de presidente, vicepresidente, senadores, diputados y Gobernadores.

A ocho semanas del proceso electoral del 17 de agosto del 2025 los ciudadanos bolivianos el día de la votación ejercerán su rol de elector y derecho democrático y revelarán su preferencia hacia un candidato presidencial según sus propios intereses que actualmente están afectados y sería de “que”, “como” y “cuando” resolvería la actual crisis económica que atraviesa el país, por lo tanto, la toma de decisiones en el sufragio es individual y heterogénea.

Con relación a los candidatos presidenciales intensificaron su campaña para conquistar nuevos militantes y adherentes con ofertas electorales (programa económico), para resolver la crisis económica en que se halla el país si son elegidos utilizando el marketing político recurriendo a todos los medios a su alcance, acercándose a las personas saludando, dando la mano, abrazando, besos, bailando, sonriendo, utilizando redes sociales, entregando sus programas de gobierno, entrevistas, presentaciones, propaganda política boca a boca, etc.

Los aspirantes a ser elegidos presidente se dividen en dos grupos: el primero los políticos de oposición y el segundo el oficialismo que gobierna el país que en total son diez candidatos inscritos en el Tribunal Supremo Electoral.

Según la clasificación de sistemas económicos comparados y los programas económicos de los partidos (PEP) en carrera electoral se identifica dos: el primero seis pro economía de mercado que a su vez se subdivide en tres PEM inclinados a contar con un Mercado y un Estado Regulador (o economía mixta), es decir buscar espacios de complementariedad entre actividades privadas y los roles que tiene que cumplir el gobierno, y los otros tres PEM por el libre mercado (o capitalista) considerando los mecanismos de mercado sustituto del Estado, el segundo conformado por el partido oficialista en función de gobierno y tres partidos buscando continuar con una economía dirigista y monopolio estatal (o camino hacia el socialismo) en la economía.

El economista argentino Carlos Alfredo Rodríguez señal que: “Ningún modelo económico es cien por ciento correcto o erróneo. Todos tienen aspectos positivos y también negativos. Algunos son económicamente consistentes y otros inconsistentes. Otros son consistentes políticamente, pero no son sostenibles económicamente”[1].

El modelo y política económica de dirigismo (o estatismo, o camino hacia el socialismo), se caracteriza por la intervención de los mercados, mayor gasto fiscal destinado al asistencialismo y creación de empresas públicas, institucionalidad debilitada, incentivos declinando, falta de reglas claras, etc. estable un clima adverso a la producción, inversión, consumo, exportaciones, importaciones y empleo.

Los primeros promercado declaran: normalizar el suministro de dólares y combustible en cien días y otro señalo que sería en noventa y nueve días; cerrar las empresas públicas; reducir el gasto público; negociar con el FMI; conseguir $US12.000 millones de organismos multilaterales; salvar el país; transformar el país; disminuir las alícuotas de los impuestos y crear el impuesto al ingreso; modificar la distribución de los recursos públicos del nivel central al nivel subnacional; soluciones en diez puntos; soluciones en siete puntos; tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea necesario[2]; libre mercado; vendrán empresas transnacionales a invertir al país, etc.  Los que defienden la economía dirigista ofertan la sustitución de importaciones e industrialización, crecimiento de banda ancha, diversificación económica, etc.

Mientras los políticos en la carrera electoral se dedican a querer convencer con sus ofertas electorales a los votantes, los bolivianos continúan realizando sus diversas actividades cotidianas sobreviviendo a la crisis económica produciendo, distribuyendo, comercializando en el mercado interno y externo, generando ingresos y empleo a pesar de un modelo y política económica de frenos a la iniciativa privada, desincentivos económicos, vigente desde el 2006 hasta el 2025.

Los ciudadanos bolivianos saben qué hay realmente detrás de unas siglas de partidos políticos o de sus programas económicos 2025-2030, porque aprendieron desde el retorno a la democracia que no genera confianza fijar un plazo de cien días para resolver los problemas económico y además se inviabiliza, como sucedió en el pasado Siglo XX bajo la presidencia del Dr. Hernán Siles Zuazo en 1982 que ante una multitud que le recibió en la Plaza San Francisco declaro que la crisis económica que atravesaba Bolivia la resolvería en cien días, que no cumplió y le costó acortar un año su mandato presidencial y llamar a elecciones nacionales, asimismo, en el siglo XXI desde el 2006 durante los tres períodos presidenciales continuos del Señor Morales declaro públicamente que el país sería como Suiza, que tenemos un océano de gas natural, industrialización del Litio, etc. que no se concretaron y tampoco se cumplió lo que ofreció el Presidente Arce con el Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2021-2025 presentado a la Asamblea Legislativa al inicio de su gestión gubernamental, porque no fueron alcanzados los resultados programados en un 100 por ciento como sucedió con la inversión pública como porcentaje del PIB  que solo fue 50 por ciento; la tasa de crecimiento económico un 70 por ciento y la tasa de inflación por encima del 100 por ciento que significa la elevación del costo de vida de los bolivianos.

La lógica económica de los agentes económicos en la asignación de los recursos escasos para fines alternativos difiere bastante en el análisis en un proceso electoral en donde participan el Gobierno con una dosis elevada de política, así de la misma manera los partidos políticos y los electores.

Para analizar el comportamiento de los candidatos presidenciales y de los electores las ciencias económicas contribuyen con varios enfoques teóricos basados en principios y leyes económicas, utilizando una agregación de las funciones de utilidad de los electores con criterios de eficacia y eficiencia,

[1] Expresado por el economista Carlos Alfredo Rodríguez, que fue profesor y Rector del UCEMA.

[2] Expresado por el Canciller Alemán Willy Brandt.

 

Germán Molina Diaz, Economista, miembro de número de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas, docente de la UCB e Investigador asociado del IISEC.