Ven a las redes sociales como el nuevo campo de batalla electoral en Bolivia


Las sanciones para las faltas en la campaña elecotoral. | Wil

 

Tatiana Castro E.

Bolivia enfrentará un nuevo ciclo electoral en medio de un contexto profundamente transformado por el auge de las redes sociales. Lo que antes se libraba en plazas públicas y mítines ahora se disputa a través de TikTok, Facebook, Instagram y X (antes Twitter), plataformas que se han consolidado como los nuevos escenarios de campaña y también como campos de batalla de la desinformación, señalaron los  analistas.



Fuente: lostiempos.com

La politóloga María Teresa Zegada, el analista William Herrera y el periodista Rafael Archondo  coincidieron que Bolivia atraviesa una etapa de transición digital con profundas implicaciones electorales.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Señalaron que  la irrupción de la comunicación digital reconfiguró las reglas del juego político, ofreciendo oportunidades inéditas para la participación ciudadana, pero también generando riesgos crecientes para la calidad del debate democrático.

Se trata de una campaña más dinámica, pero más riesgosa “Ya no es la campaña puerta a puerta. Ahora es una campaña dinámica, rápida y directa”, advirtió William Herrera. En su visión, las redes sociales son hoy el principal vehículo de conexión entre políticos y votantes, desplazando las formas tradicionales de campaña política.

Este nuevo ecosistema permite llegar a más personas en menos tiempo, pero abre la puerta a lo que Herrera denomina una “guerra sucia” potenciada por la inteligencia artificial y las noticias falsas.

La capacidad tecnológica para manipular audios, videos e imágenes puede convertirse en una herramienta de manipulación masiva si no se desarrollan mecanismos de verificación eficaces.

Desde una perspectiva más estructural, la politóloga María Teresa Zegada señaló que las redes sociales han contribuido a la democratización del acceso a la información política. “La gente puede ver, compartir, opinar e interactuar con los actores políticos como nunca antes”, afirmó.

Esta apertura ha permitido que tanto periodistas independientes como ciudadanos se conviertan en generadores de contenido, desafiando a los medios tradicionales; sin embargo, esta misma apertura ha derivado en un entorno “incierto y riesgoso”.

Según Zegada, se ha vuelto común la difusión de noticias manipuladas —e incluso falsificaciones con logotipos de medios internacionales— que generan confusión entre los electores.

La experta destacó el rol de plataformas como Chequea Bolivia o Bolivia Verifica como contrapesos necesarios en este nuevo escenario, aunque subrayó que aún hay poca cultura de verificación entre los usuarios.

Para el analista Rafael Archondo, uno de los principales aportes de las redes sociales a la democracia es la descentralización de la información. “Ya no es un privilegio informar”, señaló.

Cualquier ciudadano con un teléfono puede convertirse en reportero desde el lugar de los hechos, lo que ha fortalecido la vigilancia social.

No obstante, Archondo también identificó un fenómeno preocupante: el efecto burbuja o eco. En las redes, la mayoría de los usuarios consume sólo contenidos que refuerzan sus propias creencias y bloquea las voces disidentes.

Esto genera una democracia cada vez más polarizada y menos abierta al diálogo. “Las redes privilegian el mensaje corto, insultante, banal”, lamentó, y agregó que los políticos se ven obligados a adaptarse a ese formato superficial para mantenerse visibles.

Para los entrevistados, el cuestionamiento es si las redes sociales permitirán a los bolivianos emitir un voto más informado o más manipulado.

Para Herrera, existe potencial: “El ciudadano boliviano es muy despierto, no hay que subestimarlo”, aseguró.  Las herramientas digitales están disponibles, pero su uso con veracidad y con sentido crítico será decisivo.

Frente a un escenario electoral cada vez más volátil, todos coincidieron que la alfabetización digital y el pensamiento crítico serán tan importantes como los discursos y las promesas de campaña.

Fuente: lostiempos.com