Miembros activos de las Fuerzas Armadas planeaban ocupar tierras en Quebec. La operación policial incautó 16 explosivos, 83 armas de fuego y 11.000 cartuchos de munición.
La Real Policía Montada de Canadá (RCMP) anunció este martes la detención de cuatro personas, incluidos miembros activos de las Fuerzas Armadas, acusadas de planificar la creación de una “milicia antigubernamental” para tomar por la fuerza tierras en el área de la ciudad de Quebec.
Los tres primeros acusados por cargos relacionados con terrorismo fueron identificados como Marc-Aurèle Chabot, 24 años, Simon Angers-Audet, 24 años, y Raphaël Lagacé, 25 años. Según las autoridades, estos tres detenidos realizaron acciones concretas para facilitar actividades terroristas, participaron en entrenamientos militares, ejercicios de tiro, emboscadas, navegación y una operación de reconocimiento en terreno. El cuarto detenido, Matthew Forbes, 33 años, enfrenta cargos relacionados exclusivamente con posesión ilegal de armas y explosivos. Las actividades del grupo, según documentos judiciales, se extendieron entre junio de 2021 y enero de 2024 en Quebec y Ontario.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Las búsquedas policiales en enero de 2024 desenterraron un arsenal sin precedentes. Entre el material incautado figuran 16 artefactos explosivos, 83 armas de fuego (algunas prohibidas), aproximadamente 11.000 cartuchos de munición, cerca de 130 cargadores de alta capacidad, cuatro pares de gafas de visión nocturna y diverso equipo táctico y militar.
Fuentes policiales destacaron que se trata de la mayor incautación de armamento relacionada con terrorismo en la historia reciente de Canadá. Jessica Davis, ex analista de inteligencia del Servicio Canadiense de Inteligencia de Seguridad (CSIS), señaló a The Guardian que este caso constituye uno de los mayores decomisos de armas en complots terroristas desarticulados a nivel mundial, especialmente entre países de la OTAN.
Las autoridades definen el caso como extremismo doméstico y no como terrorismo internacional clásico. La RCMP calificó el caso como “extremismo violento motivado ideológicamente”. Davis subrayó que en las últimas dos décadas la mayoría de los ataques terroristas en Canadá fueron perpetrados por extremistas de derecha (antimusulmanes, grupos “incel” o movimientos antigubernamentales), y no por redes internacionales como Al Qaeda o ISIS.
Los sospechosos querían crear una “comunidad” antigubernamental al norte de la ciudad de Quebec, y supuestamente usaron una cuenta privada de Instagram para reclutar miembros y simpatizantes. La policía distribuyó una foto de esa cuenta de Instagram que mostraba a siete personas en uniformes de estilo militar blandiendo armas de fuego.
El caso refleja una tendencia creciente en Canadá. Según diversos informes recientes, aunque la actividad de milicias organizadas ha sido históricamente escasa en el país, se observa una lenta pero notable tendencia al alza, especialmente tras el incremento del descontento antigubernamental derivado de la pandemia de COVID-19. El ministro canadiense de Seguridad Pública agradeció la acción policial y señaló que estos cargos demuestran que Canadá no es inmune a los actos de extremismo violento motivado ideológicamente.
En este contexto, Canadá ya había adoptado medidas contra grupos paramilitares extranjeros activos dentro de sus fronteras. En junio de 2021, el gobierno canadiense incluyó en su lista de organizaciones terroristas a la milicia estadounidense Three Percenters, luego de que funcionarios canadienses concluyeran que tenían fundamentos sólidos para creer que el grupo de extrema derecha y antigubernamental con base en Estados Unidos estaba activo en Canadá y que habían estado monitoreando sus movimientos con “creciente preocupación”. Ese mismo año también designó como organización terrorista al grupo Proud Boys, decisión que refleja la creciente preocupación oficial por la amenaza del extremismo de ultraderecha.
Otros casos recientes ilustran claramente el panorama del extremismo interno. Por ejemplo, en junio un hombre fue arrestado en Ontario luego de atropellar a una familia musulmana con su vehículo, lo que causó la muerte de cuatro personas. Las autoridades lo clasificaron como ataque terrorista de motivación racista. Además, miembros canadienses de la milicia Three Percenters fueron acusados en Estados Unidos por participar en el asalto al Capitolio en enero de 2021 y por un complot para secuestrar a la gobernadora de Michigan.
En plataformas digitales y redes sociales, la noticia generó fuertes discusiones. En Reddit, algunos usuarios relacionaron a los detenidos con el movimiento separatista en Alberta —que busca la independencia de esa provincia de Canadá—, subrayaron el creciente sentimiento de radicalización regionalista.
El complot descubierto en Quebec no es un episodio aislado, sino que forma parte de una tendencia más amplia. Las autoridades canadienses enfrentan un escenario donde el extremismo ideológico doméstico representa una amenaza real y creciente. Más allá de la notoriedad mediática del terrorismo islámico, la verdadera amenaza para Canadá nace desde adentro: los expertos en seguridad identifican a los grupos radicales locales como el riesgo más significativo para el país.