La viuda de Ozzy Osbourne permanece acompañada por su familia, fortalecida por los recuerdos y el legado del ícono del heavy metal.
Por Antonela Rabanal
Fuente: Infobae
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Sharon Osbourne enfrenta el proceso de duelo después del fallecimiento de su esposo, Ozzy Osbourne, líder de Black Sabbath, quien murió a los 76 años en su residencia de Buckinghamshire, Inglaterra, el martes 22 de julio.
Según allegados a la familia, Sharon está profundamente afectada, pero se mantiene firme ante la pérdida, mientras sus hijos Aimee, Kelly y Jack la acompañan de manera constante.
“Sharon está devastada pero muy orgullosa de la vida que construyeron juntos”, dijo una fuente cercana a la familia a la revista People.
Y agregó: “Todos se están volcando hacia ella. Ha sido el pilar de esta familia durante décadas, y ahora le toca a ella recibir ese apoyo”.
El hogar de los Osbourne permanece unido. Los hijos se esfuerzan por no dejarla sola en ningún momento, compartiendo recuerdos, relatos y momentos de contención mutua.
“Hay mucho dolor, pero también encuentran consuelo en el tiempo familiar que disfrutaron juntos hasta el final”, declaró el insider.
El regreso de los Osbourne a Inglaterra
La familia hizo público el deceso por medio de un comunicado: “Con más tristeza de la que pueden expresar las palabras, debemos informar que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estaba con su familia, rodeado de amor. Pedimos a todos que respeten nuestra privacidad en este momento”.
Desde su regreso a Inglaterra, Sharon Osbourne y su esposo se instalaron en Buckinghamshire para pasar sus últimos años en el país natal del músico.
“Sharon quería volver a Inglaterra desde hacía años, sobre todo al hacerse mayores”, relató una fuente a People en el pasado.
“Inglaterra siempre fue su hogar, pero después se convirtió en algo más. Se trató de encontrar paz y la mejor vida posible para ambos en su capítulo final. El regreso no fue sencillo, ya que la salud de Ozzy fue delicada durante mucho tiempo. Fue un regalo poder disfrutar de un año y medio juntos, en casa”, añadió.
Las últimas jornadas del artista se desarrollaron en ese entorno familiar y tranquilo. “Los últimos días de Ozzy fueron en Inglaterra, rodeado de familia, de música y en el lugar que consideraba su hogar. Estuvo en paz”, sostuvo el allegado anónimo.
La salud del músico había sido motivo de atención pública a lo largo de los años, especialmente después de que él mismo comunicara su diagnóstico de Parkinson en 2020, enfermedad que afrontaba desde 2003.
Los problemas se acentuaron tras una caída en 2019 que derivó en una cirugía de cuello, seguida de una operación mayor en 2022 para extraer placas metálicas de su columna.
En ese contexto, Sharon Osbourne precisó que la recuperación “determinaría el resto de su vida”. La condición física del artista se deterioró progresivamente y fue haciéndose evidente en su vida pública y artística.
A principios de 2025, su estado de salud forzó la cancelación de una serie de fechas en su gira europea.
“Esta es probablemente una de las cosas más difíciles que he tenido que compartir con mis leales fanáticos. Mi voz está bien. Sin embargo, no puedo afrontar las próximas fechas de la gira por mi condición física”, escribió Ozzy Osbourne en un comunicado en ese momento.
Pese a las dificultades, la vitalidad del músico le permitió realizar una última actuación el 5 de julio en Birmingham, durante el concierto de despedida de Black Sabbath.
Aquella presentación significó un cierre de ciclo en su carrera y tuvo un valor especial para el entorno familiar. Según una fuente cercana, “ese show lo significó todo. Cerró el círculo de su carrera”.
Sharon Osbourne, durante los meses previos al fallecimiento, manifestaba admiración por la resiliencia de su esposo.
“Está muy feliz de volver y muy emocionado por esto. El Parkinson es una enfermedad progresiva… ha afectado sus piernas, pero su voz se mantiene tan bien como siempre”, expresó en febrero de este año.