El anuncio del nuevo gravamen, que se aplicará a partir del 1 de agosto, ha provocado escalofríos en el país sudamericano, que destinó al país norteamericano el 12% de sus exportaciones en el primer semestre del año.
Por Jon Martín Cullell
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. REUTERS/Adriano Machado
Brasil, la principal economía latinoamericana, teme una caída de la producción y un aumento del desempleo en caso de que el arancel del 50% anunciado por EEUU a sus exportaciones entre en vigor, si bien el país cuenta con otros socios comerciales a los que recurrir para suavizar el impacto de esa medida.
El anuncio del nuevo gravamen, que se aplicará a partir del 1 de agosto, ha provocado escalofríos en Brasil, que destinó al país norteamericano el 12% de sus exportaciones en el primer semestre del año.
Con envíos anuales de productos que van desde el zumo de naranja a los aviones y que representan alrededor del 2% del PIB brasileño, EEUU es el tercer mayor socio comercial del país sudamericano, solo por detrás de China y de la Unión Europea.
La patronal agrícola advirtió de “daños” a productores y consumidores, mientras que la Confederación Nacional de la Industria (CNI) dijo que prevé un “impacto significativo” sobre la competitividad de unas 10.000 empresas que exportan al país norteamericano.
De acuerdo con la CNI, por cada 1.000 millones de reales (154 millones de euros) en productos exportados a EEUU fueron creados 24.300 empleos y se generaron 531 millones de reales en salarios (unos 95 millones de dólares).
Un vendedor de pollos trabaja en un mercado en Sao Paulo, Brasil. REUTERS/Jorge Silva
Pese a la preocupación que suscita el arancel en el sector privado brasileño, los economistas divergen sobre la dimensión del impacto y señalan que variará según el sector.
Un análisis de la Universidad de Oxford apuntó a efectos “limitados” porque Brasil es una economía “relativamentecerrada” que, por otro lado, está “bien diversificada” en cuanto al destino de sus exportaciones.
El economista Renan Pieri, profesor de la Fundación Getúlio Vargas, afirmó a EFE que a corto plazo el nuevo arancel “reducirá expresivamente” las exportaciones a EEUU y que eso se puede traducir en un aumento del desempleo.
“Las empresas van a tener que redirigir la producción hacia el mercado interno u otros mercados, lo que producirá una caída de los precios y de la facturación y, en consecuencia, una reducción de las contrataciones”, asegura.
Impacto desigual
No todos los sectores de la economía brasileña se van a ver afectados de la misma manera, según el economista Paulo Feldmann, profesor de la Universidad de São Paulo.
En su opinión, el sector agropecuario del país sudamericano es “muy competitivo” y encontrará “con facilidad” nuevos compradores en otros países, al contrario de lo que puede suceder con la industria.
“Empresas importantes de acero, aluminio y aviación pueden no encontrar otros mercados y tener que reducir su actividad y despedir a trabajadores, lo que es muy malo porque los empleos de la industria son los mejores”, afirma a EFE.
Un avión Embraer A-29 Super Tucano llega a Luque, Paraguay, el 30 de junio de 2025. REUTERS/Cesar Olmedo
Reflejo de esta vulnerabilidad ante la amenaza comercial, las acciones del fabricante aeronáutico Embraer fueron de las que más cayeron en la bolsa de São Paulo durante la sesión de hoy.
El impacto también dependerá de la respuesta del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que ya ha anunciado que reaccionará “conreciprocidad”, si bien todavía no ha detallado cómo este principio será traducido.
En cualquier caso, Pieri cree que la respuesta de Lula será “más cautelosa” porque las exportaciones brasileñas tienen poco peso en EEUU, mientras que las importaciones estadounidenses son de “difícil sustitución”.
Cambio de socios comerciales
Los analistas ven como poco probable la manutención del arancel del 50 % y hasta ponen en duda que este entre en vigor el 1 de agosto dado el historial de Trump con anuncios de medidas que son posteriormente aplazadas.
Sin embargo, aunque la sanción finalmente no se aplique, el anuncio por sí solo ya crea un escenario de incertidumbre que puede llevar a reforzar a largo plazo los lazos con otros socios comerciales considerados más confiables.
En ese sentido, Feldmann cree que China y la UE, con quien un Mercosur bajo el liderazgo de Brasil está en proceso de concluir un acuerdo de libre comercio, aumentarán su protagonismo en la balanza comercial brasileña.