Buses operan al mínimo por falta de diésel en la Terminal terrestre de Cochabamba


Más de 120 empresas de transporte interdepartamental paralizadas. Pasajes se elevan y filas para conseguir combustible duran hasta tres días.

Ligia Portillo

 



Fuente: Red Uno

La crisis del diésel ha alcanzado niveles alarmantes en Cochabamba. El sindicato de ómnibuses de la Terminal Terrestre se declaró en emergencia este lunes, luego de que el abastecimiento de combustible se redujera a tal punto que actualmente solo el mínimo de los buses están operando.

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“Estamos operando apenas con tres o cuatro buses de cada diez. El resto está parado por falta de diésel. Hay unidades que llevan hasta dos o tres días haciendo fila en los surtidores”, denunció Ernesto Zegarra, ejecutivo del sindicato.

Más de 120 empresas de transporte han sido afectadas, con buses varados, rutas canceladas y pasajeros sin poder viajar. A esto se suma la preocupación por el alza de pasajes, que en algunos casos ha llegado a superar el tope establecido por la ATT. Por ejemplo, el boleto a Santa Cruz ya bordea los Bs 140, cuando su tarifa referencial es de Bs 130.

Según los transportistas, muchos se ven obligados a recurrir al mercado negro para poder operar. “Estamos comprando el litro de diésel a Bs 10 o 11. ¿Y de dónde sale ese combustible? De surtidores como la estación de la laguna o el circuito Bolivia, donde ya tienen preferencias marcadas. ¿Y nosotros como transportistas en qué quedamos?”, reclamó Zegarra, visiblemente molesto.

El panorama dentro de la terminal es desolador. Las taquillas están abiertas, pero no hay planillas de salidas programadas, y las empresas despachan solo si consiguen diésel. “Estamos a la espera. Las horas están normales, pero la disponibilidad de buses es mínima. Antes salían 20 buses al día, ahora menos de 10. Y si esto sigue así, vamos a parar todo”, advirtió una despachadora.

En tanto, los pasajeros viven su propia odisea. La afluencia es alta por la temporada, pero no hay buses suficientes para cubrir la demanda. Algunos usuarios denuncian que deben esperar horas o incluso volver al día siguiente. Otros, resignados, aceptan pagar pasajes más caros con tal de salir.

Desde el sindicato no descartan asumir medidas de presión si el Gobierno no restablece el suministro normal de combustible. “No podemos seguir así. Este problema no solo nos afecta a nosotros, sino a toda la población que necesita viajar. Ya no es sostenible”, concluyó Zegarra.

Mientras tanto, la incertidumbre crece en la Terminal de Buses de Cochabamba, donde cada día que pasa con los buses parados es un golpe más para el transporte, la economía y la ciudadanía.