Una nueva denuncia de violencia contra defensores medioambientales e indígenas en el Ayllu Cala Cala, del municipio de Uyuni, Potosí, ha encendido las alertas de organizaciones nacionales.
Por Yenny Escalante
Fuente: Sumando Voces
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Según la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas (CONTIOCAP), el defensor Jacobo Copa Mamani fue brutalmente golpeado por mineros cooperativistas cuando intentaba entregar una notificación legal a la Cooperativa Minera Mollapeta, que estaría operando sin cumplir los procedimientos de consulta previa.
«Pedimos (…) que se investigue esta violencia de los mineros en contra de la integridad física de defensores ambientales como el hermano Jacobo Copa Mamani y de autoridades del Ayllu Cala Cala, para tomar las medidas legales que correspondan y se haga justicia, porque de no hacerlo se está sentando precedentes de violencia muy peligrosos, que pueden derivar en la pérdida de vidas y enfrentamientos entre comunidades y mineros que atacan a defensores ambientales y autoridades de territorios y comunidades indígenas impunemente», señala el pronunciamiento.
El hecho ocurrió el 26 de junio, cuando Copa se aproximó al lugar junto a autoridades del Ayllu Cala Cala para hacer cumplir un mandato comunitario. Tras ser interceptado por un grupo de diez personas armadas con hondas, dinamitas, piedras y flechas, fue perseguido, golpeado en el rostro y la cabeza, y dejado inconsciente. El ataque le destruyó la dentadura y le provocó múltiples heridas, según denunció la Contiocap en su pronunciamiento. La organización también afirma que, posteriormente, el defensor fue trasladado por los mismos mineros hacia Potosí y abandonado frente a la Policía, que se negó a tomar su denuncia.
En los días siguientes, la Contiocap y autoridades del ayllu denunciaron públicamente que la cooperativa continúa operando con respaldo de la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM), pese a estar destruyendo cabeceras de cuenca, ojos de agua y hábitats de especies como cóndores, vicuñas y plantas medicinales. La organización exige que se investigue la violencia ejercida y se anulen las autorizaciones otorgadas por la AJAM sin consulta previa.
«Denunciamos que las cooperativas mineras autorizadas por la AJAM están destruyendo humedales de agua, cabeceras de cuencas, así como están atentando contra la diversidad de fauna, como cóndores, vicuñas, avestruz, puma y plantas medicinales que preservamos en la cordillera que es parte de nuestro territorio y, eso es lo que defendemos, porque si perdemos las fuentes de agua no quedará vida para nuestras comunidades», agrega el texto.
La Contiocap enfatiza en que estas acciones violentas no son hechos aislados, sino parte de un patrón de amenazas, amedrentamiento y destrucción de los medios de vida de las comunidades. Por ello, la organización solicitó la intervención de la Defensoría del Pueblo, las Comisiones de Pueblos Indígenas de la Asamblea Legislativa y organismos internacionales como la ONU, para frenar lo que consideran un avance sistemático de la minería sobre los territorios indígenas sin consentimiento libre e informado.
Finalmente, la organización reafirma su compromiso con la defensa de la vida y el agua: “¡Luchar por el territorio es luchar por la vida! ¡Y la libre determinación es un derecho inembargable de nuestros pueblos!”, concluye el comunicado.
Aquí puede leer el pronunciamiento: