Educación y seguridad jurídica, en la agenda de los supraestatales


Tres candidatos a representantes supranacionales proponen un cambio de rumbo para la política exterior boliviana. Pablo Aguilar de la APB Súmate;  Víctor Ugarte  de la Alianza Libre; y Jazmín Fernández la Alianza Unidad; coincidieron que es hora de dejar atrás el aislamiento y construir una presencia internacional seria, coordinada y profesional.

Pablo Aguilar, economista y candidato a doctor en Relaciones Internacionales, plantea una reforma profunda del servicio exterior boliviano. Propone institucionalizar la meritocracia en la diplomacia, abriendo el acceso a la Academia Diplomática a través de concursos públicos, como sucede en países vecinos.



“Nos hemos autoaislado del mundo y hoy pagamos las consecuencias”, advierte.

Según Aguilar, Bolivia ha quedado fuera de acuerdos estratégicos como el tratado comercial entre la Comunidad Andina y la Unión Europea. “Somos un país sin mar, y eso nos obliga a integrarnos con mayor inteligencia y compromiso”, sostiene.

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Su propuesta incluye la renegociación de la deuda externa con organismos multilaterales para aliviar el gasto público, así como la promoción de mayores facilidades para estudiantes y jóvenes profesionales, incluyendo becas, movilidad académica y convalidación de títulos. Además, apuesta por una agenda ambiental y de seguridad compartida, especialmente frente a problemáticas regionales como los incendios forestales, el tráfico de fauna y el crimen transnacional.

La seguridad jurídica

Desde la Alianza Libre, Víctor Ugarte pone el foco en la seguridad jurídica como eje central de su propuesta. Asegura que Bolivia ha perdido credibilidad ante el mundo debido a la politización de la justicia, los tribunales electorales y el servicio exterior. “Hoy la ley no es igual para todos. Para atraer inversiones y proyectar una Bolivia confiable, necesitamos reglas claras y justicia independiente”, afirma.

Ugarte critica que el país haya relegado sus relaciones internacionales a un segundo plano. “Nuestros representantes en el exterior deberían ser los mejores, los más preparados, no operadores políticos”, cuestiona. Propone, además, una diplomacia enfocada en vender una “marca país”, que posicione a Bolivia como destino de inversión y turismo.

En temas ambientales, plantea cumplir estrictamente la normativa vigente y utilizar los espacios como el Parlamento Amazónico para coordinar acciones regionales para mitigar los efectos del cambio climático, el narcotráfico y la deforestación.

La candidata de la Alianza Unidad, Jazmín Fernández, destaca la necesidad de una representación coordinada y enfocada en temas sociales y educativos. Plantea que los nueve representantes supranacionales bolivianos trabajen juntos bajo una agenda común en los organismos multilaterales.

Sus prioridades son claras: economía, salud y educación. Promueve una mayor presencia internacional para Bolivia, así como la gestión de becas y oportunidades para jóvenes. También llama a estudiar a fondo la legislación internacional, para que la representación boliviana pueda incidir con propuestas sólidas. “Hay que tener presencia en los foros internacionales y hablar con una sola voz. Bolivia necesita integración, pero también coherencia”, afirma Fernández, quien insiste en que la política exterior debe estar al servicio de las personas.

Los tres candidatos coinciden en un punto: Bolivia necesita una presencia internacional más activa, seria y profesional. Ya sea apostando por la diplomacia técnica, la institucionalidad o la cooperación regional en salud y educación, sus propuestas reflejan una nueva generación política que quiere sacar al país del aislamiento y posicionarlo como un actor respetado en la región.

Fuente: lostiempos.com