¡Feliz cumpleaños!: Conozca la evolución, tras 1 año, del récord Guinness en nacimiento prematuro


Nash Keen nació a las 21 semanas de gestación, pesando solo 283 gramos y con el tamaño de una barra de jabón.

FG Trade / Gettyimages.ru

Fuente: RT

A poco más de un año de llegar al mundo, el 5 de julio de 2024, la familia Keen ha dado a conocer los avances en el desarrollo de su hijo Nash Keen, poseedor del récord Guinness en nacimiento prematuro.



Nash nació a las 21 semanas de gestación y 133 días antes de lo esperado. Al momento de su nacimiento, pesaba solo 283 gramos y tenía el tamaño de una barra de jabón, informa AP.

«Estando en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales todo el tiempo que estuvo, pensarías que sería, ya sabes, más frágil y esas cosas. Y no lo es. Es un niño muy decidido y curioso, y todo el tiempo sonríe», declaró Mollie Keen, su madre.

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El nacimiento de Nash

El matrimonio Keen ya había experimentado dificultades en su primer embarazo, que terminó en aborto prematuro. En ese momento, Mollie se enteró de una condición médica que le impedía llevar a término la gestación.

Esta situación era el temor principal de la pareja, pues existía un alto riesgo de perder a Nash.

A las 20 semanas de embarazo, las alarmas se encendieron, ya que Mollie presentaba dos centímetros de dilatación.

La pareja acudió al Hospital Infantil Familiar Stead de Iowa (EE.UU.), donde se practican maniobras de salvación para bebés nacidos a las 21 semanas de gestación. Gracias a la intervención médica, Mollie logró retrasar el parto a las 21 semanas exactas, trayendo a Nash al mundo.

Las complicaciones

A poco más de un año de su nacimiento, Nash aún necesita la asistencia de oxígeno para respirar, además de que solo puede alimentarse mediante un tubo. Adicionalmente, cuenta con un defecto cardíaco menor que los doctores confían en que podrá resolverse con el paso del tiempo.

Malinda Schaefer, doctora obstétrica a cargo del parto, describió el nacimiento como un hito en referencia a la medicina fetal maternal.

«En última instancia, no soy yo quien vive con los resultados de las decisiones de los padres, por lo que es realmente importante para mí tener conversaciones honestas y abiertas con ellos, para que se sientan completamente informados y tomen la mejor decisión para ellos y su familia», declaró Schaefer.

A pesar de las complicaciones inherentes al proceso de desarrollo de un bebé con las características de Nash, los doctores han remarcado que su progreso ha sido tan bueno como la ciencia médica puede esperar.